lunes, 30 de noviembre de 2009

El fraude detrás del Teletón

Desde hace algunos años, (diez para ser exactos) el monstruo de la desinformación: Televisa, a través de su Fundación, se ha encargado de realizar distintas acciones de supuesta "asistencia social", como el programa de donación de computadoras, de trasplantes de córneas y su proyecto más fuerte y redituable económicamente y que ha encabezado su "altruismo" empresarial, nos referimos al TELETÓN.
Pero, para ponernos en ambiente, y si entre los lectores de estas líneas hay alguno que ignora el tema que se está tocando, intentaremos recrear las características más sobresalientes del Teletón: sin hacer mucho esfuerzo, imaginen un bombardeo de anuncios viscerales que explotan las discapacidades físicas de cientos de niños como si éstos fuesen objeto de exhibición (claro, esto sin la finalidad de crear conciencia alguna acerca de una cultura de inclusión, no discriminación, etc.), haciéndote sentir mal porque tú que eres "afortunado" al poder tener un trabajo donde te pagan un salario mínimo para medio comer, porque siendo afortunado con un seguro social y una casa (rentada, prestada, de cartón o de las que le compras con un crédito que pagarás durante toda tu vida), o tienes el ¡privilegio! de ir a la escuela, o no teniendo nada de esto "no donas dinero a esos niños". No obstante eso, dos días enteros de transmisión ininterrumpida por donde circulan "comunicadores", actores y actrices, cantantes, políticos, empresarios, etc. que lloran a moco tendido "conmovidos" con los temas que al mero estilo de Mujer casos de la vida real (especialidad de la empresa), vuelven a mostrar y exhibir a manera lastimera a personas con alguna enfermedad o que en algún momento de su vida sufrieron un evento inesperado. Todo eso para vender la idea de que con el dinero que se junte, se construirán hospitales y centros de rehabilitación donde se atenderá a toda esa gente (que de hecho deben ser construídos por el Gobierno con el dinero que pagamos miles y miles de personas de impuestos).


Pero… si son taaaan buenos los señores televisos que idearon este mesiánico acto ¿por qué no hacen éstas obras (de las "benéficas", no de teatro), sin pedirle un peso a la gente? Obvio, pues porque ¡no sería negocio para ellos!
Sucede que, de acuerdo al segundo párrafo de artículo 31 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta dice que "Asimismo, se considerarán deducibles los donativos que se otorguen a asociaciones, instituciones u organizaciones que destinen la totalidad de los donativos recibidos y, en su caso, sus rendimientos, para obras o servicios públicos que efectúen o deban efectuar la Federación, Estados, Distrito Federal o Municipios." Esto significa que, cuando se hace una donación a una institución que otorgue, sin fines de lucro, un servicio que debe otorgar el Estado, la persona que realizó la donación puede decirle a hacienda que no le cobre los impuestos equivalentes a la cantidad que dio, pues ya hizo una "buena obra".
El truco que utiliza Televisa es el siguiente:
Televisa, como cualquier empresa debe pagar impuestos, por ejemplo $1,000.00
Pero, como su negocio es obtener más ganancias y menos pérdidas, el pagar esos $1,000.00 no le conviene, así que crea una institución "aparte":
Fundación Teletón, la cual se dedica a hacer hospitales y dar atención médica (obligación del Estado).
Cada año y antes de ser la fecha en que se pague a Hacienda, ésta fundación, transmite (con patrocinio de su mamá Televisa) dos días enteros llamando a la gente para que done dinero a su "causa", y fija una cantidad como meta que se debe alcanzar, por ejemplo $1,500.00
La gente como tú, tus amigos, vecinos y familiares, por actuar de buena fe, caen en la trampa de Televisa, hacen coperacha y donan $10.00 y así mucha gente. No les dan recibo para que Hacienda les descuente esos $10.00 de lo que pagan de impuestos, o dándoselos, no lo hacen valer pues es un proceso laaargo y engorroso para ser sólo $10.00; o bien, donas un peso en los botes (en los que se depositan cantidades inciertas por las cuales no te dan un comprobante, o sea, de ahí nadie te asegura que todo el dinero recolectado se vaya a la "institución de asistencia" y no porque se quede con la gente que está en el metro boetando, sino que al sumar lo de todos los botes no se dice en la tele la cantidad real que se recolectó).
Al final del segundo día, resulta que el dinero que donaron cientos de personas como tú, tu familia, vecinos, etc. supera la meta de $1,500.00 que se había fijado al principio, y resulta que se juntan $1,900.00
Entonces es cuando lo que no se ve en Televisión se traduce en ganancias efectivas para Televisa:
Los $1,900.00 que se juntaron (con las aportaciones de mucha gente), Televisa las acumula y en lugar de entregar miles de donativos por cada persona a Fundación Teletón, hace UNA SÓLA APORTACIÓN A SU NOMBRE (TELEVISA), por ella la Fundación le expide un recibo deducible de impuestos (algo así como un cupón de descuento).
De ésta forma, Televisa al momento en que Hacienda le cobra, ella muestra el Recibo del Teletón, por lo que la SHyCP ya no le cobra (pues supuestamente lo pagó al hacer la donación); pero no sólo eso, como el recibo era por $1,900.00 y Televisa sólo debía $1000.00, Hacienda deberá ¡REGRESARLE! a Televisa $900.00 en efectivo, mismos que Televisa NO regresará a las personas que realmente donaron ese dinero ¿Ven el negocio?, esa es la verdadera finalidad del Teletón, ser un medio para que Televisa evada impuestos, y los pague la gente a la que enajena diariamente con basura televisiva
En realidad, el verdadero problema radica en que miles de personas colaboran con 20, 50 ó 100 pesos, los cuales también son deducibles de impuestos, aunque a la gente que dona estas cantidades, o entrega en las alcancías de la calle, no se le da recibo para que los deduzca de sus impuestos personales. Pero no es sólo eso. Por los montos que aportan las grandes empresas "a nombre de sus empleados", que colectan entre los mismos para una causa "altruista", ellas obtienen un recibo deducible de impuestos, pero a nombre de la empresa, no de cada empleado, con lo que ésta también puede deducir esa cantidad de los impuestos que debe pagar.
De esta forma, todo lo que se dona al Teletón es dinero que el gobierno deja de recibir por concepto de impuestos, y que se debían destinar a obras y servicios al pueblo, enriqueciendo más a los ya de por sí millonarios dueños de Televisa y a los empresarios que le hacen coro y obtienen publicidad gratuita y reconocimientos por su "altruismo", que pagan sus empleados.
Éste es un motivo por el que no alcanza el presupuesto para Educación o Salud, por mencionar algunos, misma razón por la que hay pocos mexicanos que ganan más de un millón de pesos por día y mexicanos que apenas sobreviven con menos de un dólar al día o si bien nos va con un salario mínimo, que no alcanza para nada, y además pagando impuestos (que nos descuentan en automático o indirectamente).

ESTUDIANTES ORGANIZADOS, CUBÍCULO ESTUDIANTIL C011. UAM-I
ESTUDIANTES DE CONTADOR PÚBLICO DE LA ESCA TEPEPAN IPN.
Tomado de: http://clon.uam.mx/spip.php?article852

BULLYIN, UN PROBLEMA NO ATACADO EN MÉXICO.


 Escuché el término recientemente, en una plática informal en la que se hablaba de los niños difíciles y agresivos.  Desconocía que su estudio se inició desde la década de los 70s, cuando yo era niña y debo decir, no recuerdo que este tipo de agresiones se hayan dado, al menos en las escuelas a las que asistí.  Eran escuelas públicas, es decir, oficiales en las que la cuota era anual con carácter obligatorio y, además, recuerdo que las madres de familia de los pocos niños traviesos, delegaban públicamente la responsabilidad y el derecho de instruir, regular y educar a sus hijos a las profesoras.  Las maestras, personas responsables y comprometidas, corregían sin agresiones a los menores, eran rígidas y consistentes en las reglas tanto dentro del grupo como fuera de él, es decir, en la escuela.  

   Se dice que el bullying o acoso escolar es una patología social, se menciona que su origen se encuentra en la agresión intrafamiliar, pero este tipo de agresión siempre ha existido para nuestra desgracia, así que es poco factible que solamente se deba a esa causa.  Considero que la descomposición social que vivimos es multifactorial, es decir, proviene de varias fuentes, algunos de ellos serían, a mi parecer, la familia, la influencia social externa (amigos, conocidos, ambientes geográficos), la miseria, la ignorancia, la falta de expectativas, el buscar la identidad no con  sujetos edificantes (a través de campañas de desprestigio a los héroes), la difusión a través de la televisión de emisiones cargadas de mensajes disolventes y violentos, etc.
  
El día de hoy ocurrieron  dos hechos con niños de diferentes escuelas y de diferentes grados, lo único en común es que son escuelas pertenecientes a la Delegación Gustavo A. Madero, al norte de la Ciudad de México.  

   El primer acontecimiento fue con alumnos de sexto grado de educación básica, es decir, alumnos del último grado de primaria cuyas edades fluctúan entre los 11 y 12 años.  Son niños con problemas de conducta y, en consecuencia, de aprendizaje.  Estaban recibiendo apoyo de matemáticas, pues no han consolidado la multiplicación y, por ende, la división.  De repente, uno intentó cortar el trabajo con una emisión bastante absurda e intimidatoria "el chavo tiró la mona" y después agregó:”yo sé dónde venden mariguana"; después miró a todos, incluyendo a la maestra, en forma retadora y burlona.  Como es lógico, la maestra lo llevó a su grupo pues el menor había transgredido las reglas que hay en el aula.

   El segundo acontecimiento fue con niños de segundo grado de primaria, cuyas edades fluctúan entre los 7 y 8 años de edad.  Después de recreo, al subir las maestras de grupo y la de USAER, entraron al salón y vieron a un niño que sujetaba a otro, y un tercero le estaba golpeando los testículos mientras el que lo sujetaba le decía "pégale".  Después se habló con los agresores, quienes se defendieron argumentando que el niño víctima los había insultado: MENTIRA.  

   ESTE ES UN LLAMADO A LAS AUTORIDADES LEGISLATIVAS, QUE NUNCA HACEN NADA, PARA QUE REGULEN A LAS CADENAS DE TELEVISIÓN, A LOS VENDEDORES DE ARTÍCULOS DISOLVENTES, PARA QUE PERSIGAN A LOS VERDADEROS CAUSANTES DE LA DECADENCIA SOCIAL A TRAVÉS DE LA CREACIÓN DE LEYES AFICACES Y ALPODER JUDICIAL PARA QUE SEAN EFICIENTES Y FIABLES Y LE DEN A LA POBLACIÓN LA SERENIDAD Y TRANQUILIDAD QUE SE NECESITA.

   Dicen que cada pueblo tiene el gobierno que se merece y creo sinceramente que el gobierno que nos merecemos muchos de los mexicanos debería ser responsable y comprometido en la formación de sus habitantes, que les brindara instrucción suficiente para que no se portaran como neandertales.

   Por lo pronto, nosotros mandamos llamar a las madres de los niños agresores y pretendemos que, en equipo, trabajemos para el bien de los niños y de nosotros mismos.  Lo de la droga y la disolución social, no nos compete a nosotros sino a las autoridades, que sería regular e impedir que la droga, la violencia televisada que no hace sino desensibilizar a las personas --niños y adultos-- se erradiquen de la programación.

ARMONÍA NAVIDEÑA.


Cuando se acerca el fin el año, el frío invernal nos contagia de emoción por las fiestas decembrinas que, casi siempre, se llevan a cabo con toda la familia unida.   Siempre es así y uno va buscando los regalos más apropiados para cada persona que se aprecia y a quien se pretende dan a conocer o confirmarle nuestro cariño.  Cuando las familias son numerosas, los miembros sortean a través de papelitos, el nombre del pariente al que le darán el presente.

   En las escuelas se preparan actividades relacionadas con la temporada, haciendo hincapié en las tradiciones y no en la religión.  Así pues, se elaboran piñatas, se hacen pastorelas, se cantan villancicos, etc.  

   Las escuelas de la zona norte del D.F. brindan el servicio educativo a personas de escasos recursos, los padres de familia son en su mayoría, personas humildes y carecen de posibilidades para aportar una cooperación para realizar los festejos.  Se acordó que la escuela hará un convivio el último día de clases, que será a nivel escuela, es decir, nadie en su grupo y los niños de 1o. podrán estar con los de 3o. y los de 5o. con los de 6o. y 9-14, o como quieran.  Se harán piñatas de papel rellenas con fruta, se mandará hacer ponche y se dará el tradicional "aguinaldo" con dulces.  ¿Verdad que suena bien?

   Pues para llegar a esa conclusión, se llevó un tiempo de dos horas aproximadamente, ya que el personal docente de la escuela está dividido y la finalidad es contraponer una idea a otra o bien, rechazar sugerencias sin aportar.  ¿No que los ánimos y el sentimiento navideño comienzan a aflorar?

¿MULTIDISCIPLINARIEDAD O INTERDISCIPLINARIEDAD, EN QUÉ QUEDAMOS?


Hubo un curso en la Clínica de la Conducta y la trabajadora social fue la encargada de asistir a él en representación de un grupo de profesionistas que se dedican a la Educación Especial; la duración del curso fue de tres sesiones de 4 horas.  El tema versó acerca del Trastorno por Déficit de Atención con hiperactividad.  La consigna fue: ASISTIR PARA DESPUÉS REPRODUCIR EL CONTENIDO DEL CURSO EN LA JUNTA DE CONSEJO TÉCNICO.

   El día en que se llevó a cabo la reunión de los docentes especialistas, la trabajadora social había preparado el inicio del tema pues, según comentó, fueron demasiados los conocimientos y tips que se dieron.  Lo que me llamó la atención --cabe señalar que a veces me evado cuando los temas que se abordan son tediosos o reiterativos-- fue que mencionara que el curso estaba dirigido a las maestras de primaria con la finalidad de que fueran ellas las que diagnosticaran un trastorno atencional.

   Después agregó que los "profesionistas" que impartieron el curso mencionaron que los psicólogos no diagnostican y no prescriben medicamentos; esto último lo sé bien, pues los psicólogos desconocen el área médica, además de que no he conocido a alguno que recomiende algún medicamento para sus pacientes.

    Cuando inicié la práctica laboral en la educación especial, se recomendaba efectuar un trabajo multidisciplinario que consistía en que daca quien, desde su especialidad, llevaba a cabo el análisis de la situación del niño y se proponía objetivos para él.  Los resultados no eran del todo satisfactorios pues cada una de las disciplinas que apoyaban tenía objetivos diferentes.

   Después se nos dijo que el trabajo debería ser interdisciplinario es decir, cada uno de los profesionales debía aportar sus conocimientos y técnicas propias, relacionadas por supuesto con su área, para llegar a un fin: el desarrollo integral de los niños con alguna deficiencia.  

   Ahora tengo una duda del tamaño del mundo: ¿La interdisciplinariedad permite que personas que desconocen teóricamente el funcionamiento mental y conductual de los niños pueden diagnosticar un trastorno?  Los profesores tienen un conocimiento empírico que han adquirido a través de la práctica, pero no tienen el conocimiento ni el manejo del método ni el fundamento teórico.

Los profesores, en su mayoría, son personas prejuiciosas y desconocen que un trastorno por déficit de atención no se detecta mediante una visita al neurólogo, además, creen que el trastorno por déficit de atención es un padecimiento que se cura con el uso de medicamentos.  Desconocen muchos de ellos la existencia del DSM-IV.

viernes, 27 de noviembre de 2009

DESPUÉS DE LA TORMENTA.

El jueves por la mañana y un poco más tranquila, Adriana se levantó y arregló como siempre y, como siempre, llegó al trabajo y no aconteció situación alguna que le llamara la atención.
De regreso en su casa, recordó a un ex-alumno, le dio apoyo no porque el menor tuviera problemas para aprender, sino porque el menor enfrentaba la hostilidad de sus compañeros debido a que desde pequeño, mostraba orientaciones diferentes.

En esos años, Adriana pensaba que el comportamiento de Raúl se debía al ambiente familiar y social, que las mismas condiciones propiciaban y reforzaban los manerismos del niño. Le invitó en varias ocasiones a que se "volviera actor" y que actuara proyectando fortaleza, arrojo, decisión, que dejase de mover las manos, etc. El menor se rehusó y asumió que por su negativa, iba a sufrir las burlas de los demás.

Raúl no comprendía lo que le ocurría, se sentía triste porque no podía entender por qué él no se podía comportar con los demás compañeros y como sus familiares varones. Estaba a disgusto cuando no acudía al aula de apoyo, lugar en el que encontraba el respeto y la orientación. Se hicieron concursos literarios debido a que en esa generación había otro compañero que tampoco presentaba dificultades de aprendizaje. Raúl era el mejor, hilaba frases, elaboraba metáforas, utilizaba los signos de puntuación y expresión de manera impecable respecto a las redacciones de los alumnos de la escuela.

Adriana recordó una ocasión en que llevaba un abrigo de gamuza y se lo había quitado porque ya eran las 11:00 y hacía calor; Raúl abrió mucho los ojos, lo tomó y extendió en el aire, frente a sí, hizo una expresión de sorpresa y se lo puso. De inmediato, Adriana le indicó que debía quitárselo y se propuso no volver a llevarlo.

De esto habían pasado ya cinco años. Durante ese tiempo, Raúl continuó sufriendo la indecisión, la tortura del rechazo a sí mismo, la negación de su condición y el sentimiento de culpa porque se consideraba pecado, debido a sus creencias.

Hacía un mes aproximadamente, Raúl la había visitado, estaba irreconocible: delgado, con el cabello rizado por llevarlo un poco más largo y una expresión de tranquilidad y alegría. El joven, que estudia el bachillerato, lo aceptó de la mejor manera. Adriana le dijo que se veía muy bien, que su semblante era agradable y le preguntó la causa; Raúl le contestó:

--Sí, maestra. Yo creo que estoy enamorado por primera vez.

Adriana pensó rápidamente la mejor manera de preguntar de quién se trataba, pues no quería lastimarlo u ofenderlo si le preguntaba acerca del sexo de su amor.

--De quién?

--De un compañero de la escuela, se llama Lalo y creo que también le gusto.

Adriana, conocedora de la maldad de las personas y de la actitud burlona y despectiva para las personas que por una causa u otra, pertenecen a las minorías, le recomendó:

--Raúl, debes cuidarte mucho. Mira, me da gusto que te hayas enamorado, pero debes cuidarte porque lo que debes proteger es tu corazón. Yo te aprecio mucho y me importas demasiado. No se vayan a burlar de ti.

Raúl había regresado a visitarla hacía un par de días, iba contento, como hacía un mes. Adriana se sintió feliz de verlo y de saber que su exalumno, el mejor de los que ha apoyado, es feliz y está labrando su destino pues estudia y se prepara para ser el mejor, además de que ahora sí es actor en su escuela. El motivo de la visita, de hecho, fue para invitarla a una pastorela en la que Raúl participará.

jueves, 26 de noviembre de 2009

¿QUIENES SON LOS DISCAPACITADOS?


Era miércoles, abrió los ojos como cada mañana y no se percató de su limitación; estaba tan acostumbrada a ella que le parecía que siempre había sido así.  Adriana inició la rutina diaria, pero este día tenía una idea que, como siempre que le ocurría, la obsesionaba; pero esta vez la idea giraba en torno al trabajo del turno matutino, lo ocurrido con tres madres de familia cuyos hijos presentaban conductas extremas (bullying) y la responsabilidad que había asumido respecto a los niños y sus madres sin ser su área de trabajo.  Sentía que debía mantener informado al director de la primaria de todo cuanto se había tratado para resolver el problema escolar.

Cerca de las 7:00 sonó su teléfono, era la taxista, una señora agradable y cordial, dispuesta siempre a acompañarla a donde necesitara desplazarse.  La señora le dijo a Adriana que el taxi no arrancaba, por lo que le sugería que buscara un medio de transporte seguro para dirigirse a su destino.  Media hora después, la taxista llegó al domicilio de Adriana pues su taxi había cedido y le había cumplido la orden de arrancar.  

   Adriana tenía una discapacidad visual desde hacía 22 años.  Cuando la adquirió era muy joven y trabajaba como secretaria.  Ahora era maestra de educación especial con una maestría; eso la llenaba de orgullo y se decía, tal vez para convencerse de que la vida le había quitado la visión nítida, que la segunda parte de su vida había sido más provechosa para ella que la anterior, cuando gozaba de total salud.

Como cada mañana, la taxista la dejó frente a la puerta del estacionamiento de la escuela.  Adriana casi no había hablado con la taxista pues iba ensimismada, pensando en lo que le informaría al director y en el programa que implementaría en el grupo y con las madres de familia pues tenía menos de una semana para iniciar el trabajo.  Entró al Plantel, se dirigió a la Dirección escolar en busca del director, pero aún no llegaba.  Esperó a que la anotaran en la libreta de asistencia.  Detrás de Adriana, aproximadamente 10 segundos después, entró la maestra Zoila, tensa como siempre y como si tuviera prisa de ir no supo Adriana a dónde.  

Adriana se despidió del personal de la dirección deseándoles que tuvieran una buena mañana.
Adriana entró al aula de apoyo, un salón prefabricado con techo de lámina y una puerta deteriorada que se atora al abrirla.  Unos diez minutos después ingresó el director, hombre respetuoso que la saludo cordialmente:

--Buenos días, maestra Adriana.  Vengo a hablar con usted.
--Buenos días, maestro.  Yo también quería platicarle lo que se hizo ayer.
--Maestra, quiero decirle que le diga a su taxista que no la traiga hasta la puerta de entrada porque obstruye la entrada de las maestras.
--Sí, maestro-- contestó Adriana, mientras pensaba el lugar donde pediría a la taxista que la dejase a partir del jueves, es decir, en el corredor de la calle siguiente que está lleno de obstáculos o en la esquina de la escuela que tiene una coladera hundida, una banqueta altísima y bloques de cemento disparejos.  


   Adriana volvió casi de inmediato su tema: Los acuerdos con las madres de familia del grupo de Zoila.  


    En cuanto el director se fue, Adriana se sintió aliviada del peso que sentía porque, pensaba, había compartido con alguien de la escuela la preocupación y la responsabilidad que trae consigo la existencia de problemas de conducta severos en los alumnos.  ADRIANA ENTONCES RECAPITULÓ LO ACONTECIDO Y SE PREGUNTÓ:  


--¿QUÉ ME QUISO DECIR CON ESO DE QUE NO DEBO BAJAR ENFRENTE DE LA ESCUELA?  ¿ACASO ES VÁLIDO QUE LAS MAESTRAS QUE LLEGAN CON CAMIONETA TENGAN MÁS DERECHO QUE YO? ¿DE QUIÉN ES LA CALLE?  ¿Y SI ME PASA ALGO?--esta reflexión de Adriana fue como si estuviese escrita con letras mayúsculas por la incredulidad ante el despropósito escuchado.

La discapacidad de Adriana había sido compensada positivamente, había conseguido un trabajo y una forma de vida independiente, era autosuficiente y solamente a veces, como en esos momentos, recordaba su limitación.  Se sintió llena de ira, deseo con toda su alma tener la fuerza para g cambiar las realidades, para hacer que por un día, Zoila viviera una deficiencia, que sufriera los desprecios, subestimaciones, omisiones, actitudes despóticas, y todas las actitudes y barreras arquitectónicas y dificultades de desplazamiento que tienen los discapacitados.  

   Se llenó de ira, de coraje, de decepción y de amargura.  Recordó el poema "Reír llorando" y "Los motivos del lobo", además de "Lobo hombre".


   El disgusto, la frustración, el sentir que se ha venido regando las piedras con la ilusión absurda de que pueden brotar algunas florecillas, saber y confirmar que la vida y el respeto no están dados de manera natural para las personas con discapacidad, según la práctica real de personas como Zoila.


      Al regresar a su casa, Adriana continuaba indignada y llegó la hora de partir a la otra escuela donde labora.  Comentó el hecho a la directora de la primaria vespertina para indagar acerca de la actitud que debería tomar.  La pregunta de la directora la desconcertó cuando:


--¿No lo había pensado cuando el maestro le pidió que no la dejaran en la puerta?
   Entonces Adriana respondió:
--No me acordaba que no veo bien.


   A Adriana le surgió una inquietud impresionante: ¿Por qué las personas siempre tienen en cuenta la limitación de los otros?  Cuando esta impresión constante de la limitación se aplica para apoyar, comprender, facilitar o compartir las tareas, conocimientos, responsabilidades y estados de ánimo está muy bien, como lo es en el caso de la directora del turno vespertino, pero cuando esta misma impresión se utiliza para compensar las carencias personales y emocionales con el interés de sentirse superiores, como era el caso de Zoila, es totalmente inhumano.


   Adriana, sin proponérselo, acudió a su almacén de recuerdos, las personas gratas y a quienes les vive eternamente agradecida y las personas que solamente le dieron malos momentos que la enfrentaron a su realidad negativa.


   Recordó a su amigo ciego, Otón Salazar.  Era un hombre agradable pero con un dejo de amargura.  Pensaba ahora que él tenía razón cuando arremetía a bastonazos a los coches que estaban mal estacionados y le dificultaban aún más el camino, decía: "Para que se eduquen". 
   ¿Qué pensaba Adriana de la maestra motorizada y prepotente de la primaria? 
Zoila egoísta, Zoila despiadada, Zoila intolerante, Zoila ignorante, Zoila obtusa.

sábado, 21 de noviembre de 2009

UNA TRAVESURA


Jorge es un niño de once años que cursa el sexto grado, sus padres trabajan, como chofer y como costurera.  A pesar de que Jorge tiene más hermanos, es el único que da problemas en la casa.
   Sus dos hermanos mayores, casados ya, viven en el mismo domicilio debido a la difícil situación económica que, como una maldición vertida hace siglos, vive la mayor parte de la población. 
   Así pues, Jorge es el mayor de los hijos pequeños, sus dos hermanitas tienen 7 y 2 años.  A él se le encarga el cuidado de las niñas, cuidado que no realiza debido a que se sale de la casa en cuanto llega a ella y, por lo tanto, desconoce la suerte que puedan correr, pero no es su obligación...
   La conducta de Jorge es inadecuada en extremo, hace "travesuras" que pueden llegar a ser fatales, tal como  perseguir a un compañero con un cuchillo, agredir a otro con unas tijeras, molestar a las niñas de su grupo, etc.
   Jorge no comprende razones, tal vez porque sus padres no se han aplicado en poner reglas claras ni lo han enfrentado a las consecuencias de sus actos, siempre tienen una explicación o justificación a todas y cada una de las conductas que el niño hace.  Una ocasión, cuando ocurrió lo de la agresión con las tijeras, el menor dibujaba en lugar de hacer un trabajo de Español.  ¿Cuál fue el comentario de la mamá?  "Le dije que en vez de haber lastimado a Juan, debió hacer otro dibujo".  ¿Cómo es eso?  ¿Qué no debía hacer el trabajo escolar?  ¿En dónde tienen la cabeza los padres?
   Como se ha anotado en escritos anteriores, la falta de atención en el inicio de la vida, cuando los hábitos y costumbres, así como también el desarrollo cognitivo están en construcción, se requiere de una orientación o guía firme y consistente.
   ¿Cuál será el futuro de Jorge?  Ustedes imagínenlo.

ORGANIZACIÓN MENTAL VS. DESORGANIZACIÓN VITAL

Una noche que llegó del trabajo y, después de haber platicado acerca de los acontecimientos del día con su madre, Adriana abrió su correo; encontró uno, el de una persona que no había visto desde hacía más de treinta años, una compañera de la primaria..
   La emoción y la incredulidad se apoderaron de ella, pues le parecía extraño que, al paso del tiempo, con un nombre, las imágenes, los hechos, las personas se recrean en la mente de nueva cuenta.


   En la mente, en el cerebro, las experiencias sociales se quedan grabadas durante mucho, muchísimo tiempo y solamente en los momentos en los que se requiere, esos recuerdos afloran de manera ágil y permiten revivir lo acontecido hace muchos años.  Imagino la capacidad mental como una bodega en la que están acomodados en cajones los recuerdos y conocimientos y que, de acuerdo a la necesidad del momento, uno va abriendo los cajones y extrae de ellos lo que necesita.  Es una maravilla, pues no todas las personas tenemos organización en nuestras vidas cotidianas, hacemos personas que somos un desastre en cuanto a la acomodación de documentos, por ejemplo.  


   Las imágenes mentales, los recuerdos, los sentimientos, las emociones, los temores, todo está almacenado en nuestra mente.  Pero, ¿quién le da orden?  Eso no lo puedo explicar, puesto que a pesar de hacer esfuerzos y proponerme constantemente mantener un orden fijo y estable en mis cosas no lo consigo.  No sé si haya alguien que pueda ser un desorden en lo concreto y tangible, en la vida cotidiana y en la mental.

EL DEFECTO COMO NOCIÓN SOCIAL: EL CASO DE PEDRO.

Nació hace doce años.  Por ser el primogénito, los padres lo esperaban con ansia a pesar de sus carencias.  Virginia, la madre, había tejido incansablemente chambritas, gorritos, zapatitos y había comprado lo indispensable para la llegada de su vástago, quien dormiría con ella y su esposo debido a lo reducido del espacio. 
   Su embarazo había transcurrido con algunos contratiempos, pero nada significativo que hiciera suponer a otros más letrados, que el menor tendría alguna deficiencia.  Fue al momento del parto cuando se presentaron las complicaciones, le subió intempestivamente la presión y hubo que practicarle una cesárea pues el niño, en lugar de empujar para salir, se rehusaba a hacerlo, como si quisiera permanecer dentro del vientre para no enfrentar su realidad...
   Cuando el doctor cortó el cordón umbilical, fue como si el menor hubiese muerto, no respiró y hubo que reanimarlo, después comenzó a agitarse y, por último, lloró.  En ese momento comenzó el rencor de Virginia.
   El carácter de la mujer se tornó agresivo y hostil, buscaba enfrentamientos con todas las personas que la rodeaban, con sus suegros, sus cuñados, sus hermanos y, sobre todo, con su esposo.
   "El defecto es una alteración orgánica, socialmente condicionada" afirma L.S.Vigotsky, y agrega que la "pedagogía terapéutica" ha creado "vías de rodeo" para poner en contacto al niño con defecto con el mundo.  Pero Virginia, a pesar de haber tenido las opciones, prefería encerrarse en sí misma.
   Cuando Pedro cumplió cuatro años, lo llevó al Jardín de Niños, el infante no se había percatado de su desventaja física (trastorno motor, debilidad visual y deficiencia mental, todas ellas leves), pero sí se había dado cuenta de que la manera de entrar en contacto con los demás era a través del conflicto, tal y como se establecían las relaciones en su entorno cercano (todas las funciones fueron antes relaciones). 
   El niño presentaba un gran desfase en relación con sus compañeros de grupo, niños inquietos y juguetones (en el desarrollo de un niño con defecto, las líneas de desarrollo orgánico y cultural no se unen formando una serie unitaria, sino divergen). 
   A los siete años, Pedro ingresó a la primaria y ya era experto en conflictos, había aprendido a comportarse como Virginia, pero no sabía comer solo, se desplazaba con lentitud y torpeza, pero no era capaz de ir solo al baño, podía establecer un diálogo cargado de violencia hacia otros, pero no podía vestirse ni subir un cierre.
   Virginia tenía una bebita, una niña robusta y sana, a quien puso el nombre de Gloria.  Pedro rechazaba a su hermanita pues le robaba el tiempo que su mamá había prodigado a él solamente.  
   Pedro cursó los grados de primaria y con doce años, cursa el 4o. grado pero no ha consolidado habilidades académicas ni sociales, continúa enfrentando, molestando, agrediendo y acusando a los demás de sus inhabilidades.  Virginia, por su parte, sigue en la posición amenazante y exigente hacia los demás. 
    En el proceso de compensación del defecto, el éxito se presenta cuando la persona con defecto se vuelve competente y productiva, es decir, cuando alcanza la independencia personal y social, lo más que se pueda; entonces, adquiere validez social y, según afirma Vigotsky, pasa de "una minusvalía a una supervalía" y para conseguirlo, debe esforzarse y tratar de aminorar las diferencias que existen respecto a la mayor parte de las personas que lo rodean.  En el caso de Pedro, tal parece que el objetivo de Virginia y de él mismo --seguramente por imitación o porque así lo aprendió-- es lo contrario, el fracaso. 
   Considero que el tener un hijo con deficiencia debe ser un golpe violento, un dolor profundo, intenso y permanente, pero se puede contrarrestar a través de una actitud positiva y práctica. 
   "No se debe ver el desarrollo en retrospectiva, sino en prospectiva", dice Vigotsky.  ¿Cuál es el problema fundamental de Pedro?  Ninguna de sus deficiencias, comprendidas como alteraciones orgánicas consecuencias de un evento traumático, sino su trastorno conductual, y creo que a esto se refiere el mismo Vigotski cuando señala que el problema del niño con defecto se hace patente cuando se enfrenta a la vida social real, en la "esfera del desarrollo propiamente psicológico cultural"..  Pero como Virginia y Pedro no prestan atención a los "enlaces extra corticales" o "préstamos de conciencia" que les proporciona una persona con defecto que alcanzó el éxito en el proceso de compensación, es seguro que Pedro fracase en el proceso.