domingo, 29 de agosto de 2010

JORNADA AMPLIADA.



   A finales del ciclo pasado, los maestros de las escuelas primarias recibieron la invitación para ir a trabajar la jornada ampliada, consistente en dos horas más, en las que podrían, según se los informaron, destinar el tiempo para  hacer planeaciones, elaborar materiales, incrementar sus conocimientos y, en fin, hacer el trabajo que llevan a sus casas.  Esto de la jornada ampliada tiene la finalidad de incrementar la calidad educativa y ser una mejor opción para los padres de familia, se les impartirán clases de inglés además de las ya existentes que se refieren al uso de las tecnologías.
   En cuanto se dio la información, una compañera maestra comentó que eso era una tomadura de pelo, que las ventajas supuestas no eran más que quimeras   Pues mal, el día de hoy, durante la primera Junta de Consejo Técnico de una primaria que recién se integró a la modalidad de jornada ampliada, dio la siguiente noticia: el sobre-sueldo de los maestros no se incluye en el sueldo base, por lo que las garantías y prestaciones laborales no impactan en él.  Dos ejemplo:

1.  Si hay necesidad de solicitar un día económico, éste se otorga solamente de las8:00 a las 12:30, las dos horas restantes serán descontadas.
2.  Si hay una licencia médica, por enfermedad o gravidez, la licencia solamente abarca el horario de 8:00 a 12:30 y el resto se descontará del ingreso quincenal.
   De tal manera que solamente tienen permiso de enfermarse de 8:00 a 12:30 o de ser madres de recién nacidos de 8:00 a 12:30.
   Esto es, sin duda, una burla para los docentes y un atropello a los derechos de los trabajadores.

   Y yo no expresaría inconformidad si las cosas fueran iguales para todos, pero hace unos días se anunció que habría 100 autos nuevos para los diputados, 100 coches que se les darán además del exorbitante salario que ellos se otorgan a cambio de... ¿QUÉ?
   No se enfrentan a padres, no reciben injurias ni maltratos como lo merecen, ni están al frente de un grupo de  niños a los que deben guiar, orientar, informar, enseñar, corregir, alentar, motivar y comprender además de otras muchas labores que un docente responsable desempeña cada día que está frente a su grupo.  Tampoco lidian con padres de familia intolerantes... y necios que pretenden no ver conductas inadecuadas en sus hijos, ni procuran hacer comprender a las mamás y papás de la necesidad de hacerse responsables, de disminuir los estados violentos hacia los hijos, ni erradicar la costumbre de hablar con palabras altisonantes...
   Pero debemos estar contentos, 70 años del PRI fueron aplastados en tan sólo 10 años del PAN.  

FELICIDADES.

sábado, 21 de agosto de 2010

CAE MÁS PRONTO UN HABLADOR QUE UN COJO


Existen, como lo he señalado antes, múltiples dichos que retratan a la perfección situaciones cotidianas.  Hace dos días acompañé a mi mamá a una revisión oftalmológica. Aprovechando el viaje, pensé que sería bueno saber cómo iba evolucionando o mejor dicho, involucionando mi capacidad visual.
   El consultorio, ubicado en una clínica cuya apariencia es la de una casa antigua, se halla en la zona norte de la ciudad de México.  Es una colonia vieja, tranquila, aunque transitada.  Casi no hay gente deambulando por sus calles, pero sí una vorágine de automóviles que impiden el cruce de una acera a otra.  Pues bien, caminando tranquilamente por las calles, comentando acerca de la belleza de la colonia, de su tranquilidad, escuchaba los relatos maternos acerca de los años de infancia y juventud transcurridos por esas calles... Me sentía contenta y mi reacción fue la de buscar un acercamiento mayor a mi madre, lo que provocó que perdiera la distancia para caminar, así que al llegar a una rampa --lo que constituye una violación a la legislación de la arquitectura de casas--, tropecé.
    Mi madre, apenada, intentó disculparse pero de inmediato le dije que ella no tenía culpa alguna, que había sido mi descuido y el egoísmo y corrupción de los habitantes de esa casa y de las autoridades.  Seguimos nuestro camino.
   Ingresamos a la clínica y entramos a consulta.  La primera parte fue destinada a la revisión de los ojos de mi madre, la segunda a la de mi vista...
--En efecto, no hay solución porque la atrofia óptica es un deterioro irreversible.  El contorno de su nervio se ve desgastado, envejecido.  Se ve que es una atrofia antigua.
--Claro, doctor, llevo veintitrés años con ella.
--Le voy a mandar unas vitaminas para sus ojos, para evitar que las células envejezcan y su visión se reduzca tanto.
      Comenté la contradicción entre las personas que nacen con una discapacidad y son rehabilitadas no para aprovechar la ganancia visual, sino para evitar ver...  Así es como hacemos la rehabilitación, se nos recomienda no ver lo que hay a nuestro alrededor sino alertar los sentidos, percibir a través del olfato, del oído, del tacto... y qué bueno, porque así puedo completar aquello que no alcanzo a distinguir, pero es tan bonito ver que lo intento a cada momento, que volteo, muevo los ojos, dirijo la mirada, trato de distinguir colores y cuando no lo consigo, requiero la información de los otros ojos sanos o de los otros sentidos.  
   El doctor estaba sorprendido y yo, pecando de soberbia, satisfecha.  Incluso después de la revisión del fondo de ojo, al término del uso del oftalmoscopio, me preguntó si no sentía alguna molestia, si no estaba deslumbrada y, con toda tranquilidad, cinismo o desfachatez, dije que no...
   Ah, yo estaba feliz.  Dentro delo pesado y penoso que es el hecho de poseer una discapacidad, me sentía supe compensada...  Soy el ejemplo vivo de la superación social de la deficiencia, me decía una y otra vez.
  Pero, como apuntó Amado Nervo en el poema Grattia Plena, dicha tan grande no puede durar.   Hoy, sábado 21 de agosto, aniversario número 23 de mi primera cirugía neurológica, regresé a mi realidad.  Nos levantamos temprano y nos arreglamos para salir rumbo a los laboratorios, íbamos a recoger el resultado de unos estudios.  Después, a un centro comercial...  Yo iba, como siempre que voy con ella, tomada del brazo de mi madre pero al ingresar ahí, choqué con un tubo alto que estaba, después caminando del brazo de mi hijo, con un muro que salía de una pared del estacionamiento, al atravesar una calle, un ramazo dio e mi cara porque mi guía no tuvo el cuidado de prevenirme... Estoy frustrada.
   Y nos hablaron en el curso acerca de la importancia de la formación de valores, de la inclusión educativa, de la aceptación social, de la cultura de la legalidad...jajaja

viernes, 20 de agosto de 2010

El Gobierno Mundial (Primera parte)




Reflexiones de Fidel El Gobierno Mundial (Primera parte)
Por: Fidel Castro Ruz
Fecha de publicación: 18/08/10

En la reciente Reflexión de hace dos días, el 15 de agosto, escribí al comentar un artículo del periodista cubano Randy Alonso, que dirige el programa “Mesa Redonda” de la televisión nacional, acerca de una reunión sostenida en el hotel Dolce de Barcelona sobre lo que él llama Gobierno Mundial:  ”…articulistas honestos estaban siguiendo igual que él las noticias que lograron filtrarse del extraño encuentro. Alguien mucho más informado que ellos estaba siguiendo la pista de esos eventos desde hacía muchos años.”
Me refería al escritor Daniel Estulin; 475 páginas de 20 líneas me esperaban para una revisión de la fantástica historia narrada por el mencionado autor, si alguno de los participantes en esa reunión fuese capaz de negar su presencia allí, o su participación en lo que relata su libro.
Lo más que cabe en esta Reflexión, que dividiré en dos partes para que no resulte demasiado extensa, es incluir un número de párrafos que seleccioné para dar una idea del fabuloso libro titulado: “Los secretos del Club Bilderberg”. En ese libro Estulin hace trizas a los grandes gurúes:
Henry Kissinger, George Osborne,  los directivos de Goldman Sachs, Robert Zoellic, Dominique Strauss-Kahn, Pascal Lamy, Jean Claude Trichet, Ana Patricia Botín, los presidentes de la Coca Cola, France Telecom, Telefónica de España, Suez, Siemens, Shell, British Petroleum, y otros similares políticos y magnates de las finanzas.
Estulin comienza por las raíces:
“‘Durante dos domingos seguidos, algo sin precedentes, en el programa de Ed Sullivan -nos cuenta Donald Phau en The Satanic Roots of Rock-, más de setenta y cinco millones de norteamericanos vieron cómo los Beatles agitaban la cabeza y movían el esqueleto en un ritual que pronto iba a ser copiado por cientos de futuros grupos de rock’.”
“El hombre encargado de que a los estadounidenses les ‘gustaran’ los Beatles fue el mismo Walter Lippmann. Los Beatles, el grupo más parodiado y versionado de la historia de la música, fueron puestos ante el público norteamericano para que fueran descubiertos.”
“Entra Theo Adorno“, se titula uno de los epígrafes iniciales.
“La responsabilidad de elaborar una teoría social del rock and roll recayó en el sociólogo, musicólogo y compositor alemán Theodor Adorno, ‘uno de los principales filósofos de la Escuela de Frankfurt de Investigación Social…’ Adorno fue enviado a Estados Unidos en 1939 para dirigir el Proyecto de Investigación de la Radio de Princetown, un esfuerzo conjunto del Tavistock y de la Escuela de Frankfurt con el objetivo de controlar a las masas, financiado por la Fundación Rockefeller y fundado por uno de los hombres de confianza de David Rockefeller, Hadley Cantril…”
“De hecho, los nazis habían utilizado intensivamente la propaganda radiofónica como instrumento de lavado de cerebro y la habían convertido en un elemento integral del Estado fascista. Este hecho fue observado y estudiado por las redes del Tavistock y utilizado extensivamente en sus propios experimentos. El objetivo de este proyecto, como se explica en la Introducción a la sociología de la música del propio Adorno, era «programar una cultura ‘musical’ de masas como una forma de control social masivo…”
“‘Las cadenas de radio se convirtieron en unas máquinas que reciclaban durante veinticuatro horas al día los cuarenta mayores éxitos’.”
“Los Beatles llegaron a Estados Unidos en febrero de 1964, cuando el movimiento a favor de los derechos civiles estaba en su apogeo. El país se encontraba sumido en un profundo trauma nacional y se reponía del brutal asesinato del presidente John F. Kennedy [...] en las calles de la capital el movimiento por los derechos civiles, dirigido por el doctor Martin Luther King, convocaba a una manifestación a la que asistieron más de medio millón de personas.”
“Entre 1964 y 1966, la llamada invasión británica fue la eclosión de una serie de cantantes y grupos de rock de Gran Bretaña que se hicieron populares en Estados Unidos y pusieron cerco a la cultura norteamericana. [...] hacia finales de 1964 se demostró que esta ‘invasión inglesa’ había sido bien planificada y coordinada.
“‘Estos grupos recién creados y su estilo de vida [...] se convirtieron en un nuevo ‘tipo’ (jerga del Tavistock) muy visible’, y no pasó mucho tiempo antes de que nuevos estilos (modas en ropa, peinado y uso del lenguaje) arrastraran a millones de jóvenes norteamericanos al nuevo culto. La juventud de Estados Unidos sufrió una revolución radical sin siquiera ser consciente de ello [...] reaccionando de forma equivocada contra las manifestaciones de esa crisis, que eran las drogas de todo tipo, primero marihuana y luego ácido lisérgico (LSD), una poderosa droga que alteraba el estado de conciencia.’ [...] en el cuartel general del MI6 en Londres y en la base de la CIA en Langley, Virginia, puede darse por sentado que la Inteligencia británica y su filial, la Oficina de Servicios Estratégicos norteamericana, estuvieron directamente implicadas en una investigación secreta para controlar la conducta humana. Allen Dulles, el director de la CIA en el momento en que la agencia empezó, MK-Ultra, era el jefe de la OSS en Berna, Suiza, durante la primera época de la investigación de Sandoz.”
“…en Estados Unidos y Europa, se utilizaron los grandes conciertos de rock al aire libre para frenar el creciente descontento de la población.”
“La ofensiva emprendida por Bilderberg-Tavistock llevó a toda una generación al camino de ladrillos amarillos del LSD y la marihuana…”
“Entra Aldous Huxley”
“El sumo sacerdote de la guerra del opio inglesa fue Aldous Huxley, el nieto de Thomas H. Huxley, fundador del grupo de la Mesa Redonda de Rodas y, también, famoso y elocuente biólogo que ayudó a Charles Darwin a desarrollar la teoría de la evolución.”
“Toynbee, educado en Oxford [...] trabajó como delegado británico en la Conferencia de Paz de París en 1919′…”
“‘Su tutor en Oxford fue H. G. Wells, director de la Inteligencia británica durante la Primera Guerra Mundial y padre espiritual de la Conspiración de Acuario. Aldous Huxley fue uno de los iniciados de los Hijos del Sol, un culto dionisiaco en que participaban los hijos de la élite de la Mesa Redonda británica.’ Su novela más famosa, Un mundo feliz, es un borrador (encargado por varios consejos mundiales) para un auténtico mundo socialista futuro bajo un gobierno único o, como su mentor fabiano, H. G. Wells, dijo y usó como título de una de sus populares novelas, un borrador para El Nuevo Orden Mundial…”
“En Un mundo feliz, Huxley se centró en el método científico para mantener a todas las poblaciones fuera de la élite minoritaria en un estado casi permanente de sumisión y enamoradas de sus cadenas. Las herramientas principales para lograrlo fueron unas vacunas que alteraban las funciones del cerebro y medicamentos que el Estado obligaba a la población a consumir. En opinión de Wells, esto no era una conspiración, sino más bien ‘un cerebro mundial trabajando como policía de la mente’.”
“En 1937, Huxley se trasladó a California, donde trabajó como guionista para MGM, Warner Brothers y Walt Disney gracias a uno de sus contactos en Los Ángeles: Jacob Zeitlin.” [...] ‘Bugsy Siegel, el jefe de la organización Lansky de la mafia para la Costa Oeste, tenía estrechos vínculos con Warner Brothers y MGM’.”
“De hecho, la industria del espectáculo -producción, distribución, marketing y publicidad- está bajo el control de una mafia que surge de la unión del crimen organizado y estafadores de alto nivel de Wall Street, que en última instancia están controlados por el todopoderoso Bilderberg. La industria del espectáculo está diseñada igual que cualquier otra ‘línea de negocio’ del Bilderberg y sus secuaces.”
“El trabajo de Huxley
“En 1954, Huxley publicó un influyente estudio de la expansión de la conciencia mediante el uso de mescalina titulado Las puertas de la percepción (1954), el primer manifiesto de la cultura de las drogas psicodélicas.”
“En 1958 reunió una serie de ensayos que había escrito para Newsday y los publicó bajo el título de Nueva visita a un mundo feliz, en los que describía una sociedad en la que ‘el primer objetivo de los gobernantes es evitar a toda costa que sus gobernados creen problemas’.”
“Predijo que las democracias cambiarían su esencia: las viejas y extrañas tradiciones -elecciones, parlamentos, tribunales supremos- permanecerán, pero el substrato que habrá debajo será el del totalitarismo no violento. [...] Mientras tanto, la oligarquía dirigente y su bien entrenada élite de soldados, policías, fabricantes de pensamiento y manipuladores de mentes dirigirán tranquilamente el mundo como les plazca. En efecto, esta descripción de Huxley se ajusta perfectamente a la situación actual.”
“En septiembre de 1960 se nombró a Huxley profesor invitado del Centennial Carnegie en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston. Estuvo allí sólo un semestre, tras el cual fue despedido. ‘Mientras estaba en esa ciudad, Huxley creó un círculo en Harvard…’.”
“El tema público de ese círculo o seminario de Harvard fue la religión y su significado en el mundo moderno. [...] Michael Minnicino, en un artículo publicado en la revista The Campaigner en abril de 1974 [...] afirma: ‘Huxley estableció contacto durante su período en Harvard con el presidente de Sandoz, que a su vez trabajaba en un encargo de la CIA para producir grandes cantidades de LSD y psilocibina (otra droga sintética alucinógena) para MK-Ultra, el experimento oficial de la CIA en la guerra química’, un experimento que usó a humanos como conejillos de Indias para sus a menudo letales experimentos que, en muchas ocasiones, implicaba el uso de LSD. [...] Además, la Universidad McGill, en Montreal, Canadá, una institución de educación superior vinculada al Bilderberg, realizó también experimentos en la década de 1960 dentro del programa MK-Ultra bajo los auspicios de un fascista degenerado del Tavistock, John Rees, utilizando como sujetos a niños de orfanatos locales, a los que torturaban y luego suministraban diversas dosis de LSD. [...] Según documentos recientemente desclasificados por la CIA (gracias a la Ley de Libertad de Información), Allen Dulles (en aquellos tiempos director de la CIA) compró más de cien millones de dosis de LSD, ‘muchas de las cuales acabaron en las calles de Estados Unidos a finales de la década de 1960′, según afirma Minnicino en el artículo citado anteriormente.”
“‘…Miles de estudiantes universitarios sirvieron como conejillos de Indias. Ellos [los estudiantes] enseguida empezaron a sintetizar sus propios ‘ácidos”.”
“‘…la inmensa mayoría de los que se manifestaban contra la guerra fueron a Studentes for a Democratic Society a causa de la sensación de ultraje provocado por la situación en Vietnam. Pero una vez atrapados en la atmósfera creada por los expertos en guerra psicológica del Instituto Tavistock, e inundados con el mensaje de que el hedonismo y la defensa del país era una alternativa legítima a la guerra ‘inmoral’, su escala de valores y su potencial creativo se desvanecieron en una nube de humo de hachís’, escribe el autor en la monografía citada anteriormente.”
“Creando la contracultura”
“La ‘guerra’ cultural abierta, aunque no declarada, contra la juventud norteamericana empezó de verdad en 1967, cuando el Bilderberg, para conseguir sus objetivos, comenzó a organizar conciertos al aire libre. Mediante esta arma secreta, lograron atraer a más de cuatro millones de jóvenes a los llamados ‘festivales’. Sin saberlo, los jóvenes se convirtieron en víctimas de un experimento perfectamente planificado con drogas a gran escala. Las drogas alucinógenas [...] cuyo consumo propugnaban los Beatles [...] se distribuían libremente en estos conciertos. No pasaría mucho tiempo antes de que más de cincuenta millones de los que asistieron (entonces de entre 10 y 25 años de edad) regresaran a casa convertidos en mensajeros y promotores de la nueva cultura de las drogas o de lo que acabó conociéndose como la ‘New Age’.”
“El mayor concierto de todos los tiempos, el ‘Woodstock Music and Art Fair’ al aire libre, fue calificado por la revista Time como un ‘Festival de Acuario’ y como ‘el espectáculo más grande en la historia’. Woodstock se convirtió en parte del léxico cultural de toda una generación.”
“‘En Woodstock -escribe el periodista Donald Phau-, casi medio millón de jóvenes se reunieron para que les drogaran y les lavaran el cerebro en una granja. Las víctimas estaban aisladas, rodeadas de inmundicia, hasta los topes de drogas psicodélicas y se las mantuvo despiertas durante tres días consecutivos, todo con la plena complicidad del FBI y de altos cargos del gobierno. La seguridad del concierto la aportó una comuna hippie entrenada en la distribución masiva de LSD. De nuevo serían las redes de la Inteligencia militar británica las que lo iniciarían todo’, con la ayuda de la CIA a través de su ex director William Casey y de sus contactos con Sefton Delmer del MI6, cuyo contacto Bruce Lockhardt fue el controlador del MI6 de Lenin y Trotsky durante la revolución bolchevique.”
“Tendría que pasar todavía otra década antes de que la contracultura se integrara en el léxico norteamericano. Pero las semillas de lo que era un proyecto titánico y secreto para darle la vuelta a los valores de Estados Unidos se sembraron entonces. Sexo, drogas y rock and roll, grandes manifestaciones en toda la nación, hippies, drogadictos que abandonaban los estudios, la presidencia de Nixon y la guerra de Vietnam estaban desgarrando la misma fibra de la sociedad norteamericana. Lo viejo y lo nuevo chocaban de frente sin que nadie fuera consciente de que ese conflicto formaba parte de un plan social secreto, diseñado por algunas de las personas más brillantes y diabólicas del mundo…”
“La Conspiración Acuario
“‘En la primavera de 1980 -escribe Lyndon LaRouche en DOPE INC.- se hizo famoso un libro titulado The Aquarian Conspiracy (vendió más de un millón de ejemplares y se tradujo a diez lenguas), que se convirtió de la noche a la mañana en un manifiesto de la contracultura.’ [...] The Aquarian Conspiracy afirmaba que había llegado la hora de que los quince millones de estadounidenses que tomaron parte en la contracultura se unieran para provocar un cambio radical en Estados Unidos. De hecho, este libro fue la primera publicación orientada al gran público que apostaba por el concepto del trabajo en equipo, un concepto que se tenía por lo más virtuoso y rápidamente impulsado por los «gurus» del management.”
“La autora Marilyn Ferguson afirma: ‘Mientras esbozaba un libro aún sin título sobre las nuevas alternativas sociales emergentes, pensé sobre la particular forma de este movimiento, sobre su atípico liderazgo, sobre la paciente intensidad de sus seguidores, sobre sus improbables éxitos…’.”
“En una conferencia de 1961, Aldous Huxley describió este estado policial como ‘la revolución final’: una ‘dictadura sin lágrimas’ en la que la gente ‘ama sus cadenas’.”
“Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional del presidente Carter, fundador del Comité Trilateral y miembro de Bilderberg y del CFR, expresa idénticas ideas en su apasionante obra Between Two Ages: America’s Role in the Technotronic Era, escrita bajo los auspicios del Instituto de Investigación sobre el Comunismo de la Universidad de Columbia y publicado por Viking Press en 1970.
“Sin utilizar la represión violenta, diseñaron un complejo conjunto de acciones para conseguir un ‘ciudadano pacífico’ para el Nuevo Orden Mundial. [...] También apoyaron nuevos conceptos como ‘Inteligencia Emocional’, que es la capacidad de quererse uno mismo y de relacionarse adecuadamente con los demás. [...] Una tercera vía para convertir a este ‘ciudadano industrial’ en un ‘ciudadano pacífico’ es una gran campaña de marketing para desplegar un inmenso reconocimiento social a los colaboradores con las ONG, como expliqué en mi primer libro La verdadera historia del Club Bilderberg.”
Según Harmon:
“‘Una vez ablandado, [Estados Unidos] ya estaba maduro para la introducción de drogas (especialmente la cocaína, el crack y la heroína) y el inicio de una época que iba a rivalizar con la prohibición y con las enormes sumas de dinero que comenzarían a amasarse’.”
“Vale la pena mencionar que extensos fragmentos de las tres mil páginas de ‘recomendaciones’ dadas al recién elegido Ronald Reagan en enero de 1981 por el CFR se basaron en material tomado del informe ‘Las cambiantes imágenes del hombre’, de Willis Harmon.
“Con luna llena, el 8 de diciembre de 1980, John Lennon fue asesinado por un hombre llamado Mark Chapman. Es poco probable que algún día lleguemos a saber si Mark Chapman fue víctima de una psicosis modelo inducida artificialmente, un asesino al estilo del ‘candidato manchú’ enviado por el Tavistock, la CIA y el MI6 para silenciar a un Lennon que se demostraba cada vez más difícil de controlar.”
“CAPITULO 2
“La máquina de lavado de cerebro perfecta: la MTV”
“Entra MTV, la televisión de la música
“La MTV, un canal de mercado para música popular de rock y vídeos musicales, inventada y dirigida por Robert Pittman para el público adolescente y joven, se fundó el 1 de agosto de 1981. Hoy forma parte del imperio Viacom (conocido como CBS Corporation, cuyo presidente y director general, Sumner Redstone, es miembro pleno del CFR y cuyo grupo mediático forma parte del Club Bilderberg). Para llegar a los jóvenes sin que la sociedad se diera cuenta del engaño, se hizo necesario ‘disponer de una contrainstitución que predicara valores contrarios a los valores dominantes en la sociedad’. Eso es precisamente lo que hace MTV. ‘Pero para que tal esfuerzo tenga éxito -dice L. Wolfe-, se debe neutralizar la influencia positiva de los padres y de la escuela o, al menos, debilitar su influencia.’”
“‘El modelo para esto [la MTV] fueron los espectáculos teatrales ofrecidos por el prenazi Richard Wagner, en los que se llevaba al público a una especie de éxtasis que luego fue usado conscientemente por los nazis al crear sus propias celebraciones simbólicas, como las reuniones en Nuremberg.’ Los especialistas del lavado de cerebros que crearon la MTV eran muy conscientes de su efecto. En un libro sobre la cadena, Rocking Around the Clock, E. Ann Kaplan afirma que la MTV ‘hipnotiza más que cualquier otra [televisión] porque consiste en una serie de textos cortos que nos mantienen en un estado constante de emoción y expectación… Nos quedamos atrapados en la constante esperanza de que el siguiente vídeo nos satisfará por fin. Seducidos por la promesa de la plenitud inmediata seguimos consumiendo infinitamente esos textos cortos’.”
“Durante los cuatro minutos que dura aproximadamente un vídeo musical (los científicos del Tavistock determinaron que cuatro minutos era lo máximo a lo que un sujeto involuntario era susceptible de recibir los mensajes contenidos en los propios programas), ‘una realidad artificial en la forma de ‘contrapuntos’ se inserta en la conciencia, sustituyendo a la realidad cognitiva…’.”
“‘Si la gente pensara sobre este proceso -escribe Walter Lippmann-, puede que [éste] se acabase’, pero, concluye, ‘la masa de iletrados, de débiles mentales, de profundamente neuróticos, desnutridos y frustrados individuos es tan considerable, que hay motivos para creer mucho más de lo que generalmente creemos. Así pues, [el proceso] se pone al alcance de personas que mentalmente son niños o bárbaros y cuyas vidas son un completo lío, eligen contenidos simples con un gran atractivo popular…’. [...] En Crystallizing Public Opinion, Edward Bernays afirmó que «el ciudadano medio es el censor más eficaz del mundo. Su propia mente es la mayor barrera que lo separa de los hechos.”
“El espectador que sufre el lavado de cerebro sólo tiene la ilusión de que conserva la capacidad de elegir, al igual que un drogadicto cree que controla su adicción en lugar de que ésta le controla a él. ‘La MTV -dice Ann Kaplan- está diseñada gracias a un conocimiento cada vez mayor de los métodos de manipulación psicológica.’ [...] La media de consumo televisivo diario había subido constantemente desde la aparición de la televisión, de modo que, a mediados de la década de 1970, era la actividad diaria a la que más tiempo se dedicaba después del sueño y el trabajo, con casi seis horas diarias. Desde entonces, con la aparición del aparato de vídeo, de las videoconsolas, ha aumentado mucho más. Los niños en edad escolar pasaban casi tanto tiempo viendo la televisión como durmiendo.”
“‘En la terminología del lavado de cerebro freudiano -expresa Emery- el espectador de un vídeo musical se halla en un estado inducido muy similar al sueño. Le ayuda, o le induce a entrar en ese estado, la aparición repetitiva de colores e imágenes brillantes que abruman la vista, al tiempo que el ritmo pulsátil y vibrante del rock, tiene un efecto similar en el oído.’ No sólo estamos en una época de televisión, sino también en una época condicionada por la televisión -y es una época de intranquilidad, de descontento, de frustración, dirigida a ninguna parte o a muchas partes a la vez-, como es lógico en un entorno en el que [la televisión] es omnipresente.”
“Las siniestras camarillas y los cabilderos del Bilderberg, las esferas clandestinas de influencia y manipulación consciente e inteligente de los hábitos organizados es la más reciente expresión de una campaña de manipulación más profunda para instituir un gobierno mundial sin límites, que no responda ante nadie más que ante él mismo.”
“…los principales éxitos vendidos a voluntad a una población desmoralizada en favor del fundamentalismo fanático de un grupo de hombres que no responden ante nadie y que buscan el poder absoluto al precio de la dignidad del hombre moderno, denigrado, humillado y despreciado por los poderes combinados del aparato de manipulación y el lavado de cerebro de Bilderberg-CFR-Tavistock con su equipo de científicos, psicólogos, sociólogos y científicos de la nueva ciencia (New Age, misticismo, etcétera), antropólogos y fascistas decididos a recrear un nuevo Imperio romano.
“Primero empezaron Edward Berneys y Walter Lippmann. Luego, Gallup y Yankelovich. Más tarde, Rees y Adorno, Aldous Huxley y H. G. Wells, Emery y Trist, seguidos por la cultura de las drogas y la Conspiración de Acuario, un supuesto ideal ‘humanista’ a favor de la vieja cultura, salpicado con una pizca de libertad humana en lugar de lo que realmente es: una inteligente manera de degradar a las personas hasta convertirlas en meros animales de granja, negándoles la originalidad de la conciencia humana, que se entienden al instante en todas partes sin necesidad de traducción.”
“La Nueva Edad será una nueva Edad Oscura. Significará la muerte prematura de poco más de la mitad de la población y el olvido deliberado de los mayores logros de la humanidad. Ésta es la ideología totalitaria que propugna el Nuevo Orden Mundial, decidido a gobernar el mundo aunque sea por encima de nuestros cadáveres. [...] ¿Por qué vale la pena defender nuestra civilización? ¿Por qué es un régimen basado en la libertad mejor que las tiranías que hoy oprimen buena parte del planeta? Para algunos, las respuestas a estas preguntas son evidentes, pero para muchos no.”
“CAPITULO 3
“Cómo y por qué el Bilderberg organizó la guerra en Kosovo
“Esta vez le tocaba el turno a los Balcanes. El ‘plan maestro’ se concibió durante la reunión que en 1996 mantuvieron los miembros del Club Bilderberg en King City, un pequeño enclave de lujo ubicado a unos 20 kilómetros de la ciudad canadiense de Toronto. [...] las guerras de los miembros del Bilderberg en Kosovo y en los Balcanes tuvieron un motivo concreto: drogas, petróleo, riqueza mineral y el avance de la causa del ‘gobierno global’.”
“Estados Unidos y Alemania comenzaron a apoyar a las fuerzas secesionistas en Yugoslavia después de la caída del comunismo en la antigua Unión Soviética, cuando la Federación Yugoslava rechazó ser incorporada a la órbita occidental. John Pilger, un laureado periodista australiano que se dedica a investigar los conflictos bélicos, escribió en The New Statesman: ‘Milosevic era un bruto; también era un banquero que una vez fue considerado como un aliado de Occidente preparado para poner en práctica ‘reformas económicas’ de acuerdo con las exigencias del FMI, el Banco Mundial y la Unión Europea; para desgracia suya, se negó a ceder soberanía. El Imperio no esperaba menos.’ Según el artículo de Neil Clark, un periodista que se especializa en asuntos de Oriente Medio y de los Balcanes, ‘en aquel momento, más de 700.000 empresas yugoslavas permanecían bajo propiedad social, y la mayoría aún era controlada por comités mixtos de directivos y trabajadores, con sólo un   5 % de capital en manos privadas’.”
“Sara Flounders, una activista y periodista afín al Partido Mundial de los Trabajadores, un movimiento pacifista internacional, escribió en un artículo: ‘…las condiciones de crédito del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial requieren la desintegración de todas las industrias públicas. Éste es el caso del petróleo y del gas natural en el Cáucaso y el mar Caspio, así como de las minas de diamantes de Siberia. Quien posea o tenga un interés dominante [...] será quien quiera que gane la lucha armada que se desarrolla en Kosovo. La dominación de la OTAN sobre el terreno pondrá a las empresas estadounidenses en la mejor posición de cara a la propiedad de esos recursos’.”
“Los miembros del Bilderberg, al principio, pretendían ‘inflamar’ a los serbios persiguiendo a los criminales de guerra que ellos albergaban, llevándolos a juicio ante un nuevo Tribunal Internacional. Los serbios, orgullosos y experimentados, esquivaron esta provocación persuadiendo a los sospechosos de nivel más bajo en el escalafón a que se entregaran voluntariamente. Sin embargo, eso no era suficiente. Para enfurecer a los serbios, el Tribunal de La Haya, controlado por Estados Unidos, recurrió a los secuestros ilegales para incitar a la guerra.”
“Esto también explicaría por qué Richard Holbrooke, embajador estadounidense ante Naciones Unidas entre 1999 y 2001, miembro del Bilderberg y del CFR y seis veces candidato al Premio Nóbel de la Paz, insertó una cláusula sobre Kosovo en el acuerdo final. ¿Qué tiene que ver Kosovo con Bosnia? Nada. Pero la idea de Holbrooke era convertir a Bosnia en un ensayo de la futura expansión del Bilderberg en los Balcanes.”
“En busca de una excusa: William Walker entra en escena”
“…según explica John Laughland en su artículo ‘La técnica de un golpe de Estado’, era William Walker, miembro del CFR y ‘ex embajador en El Salvador, cuyo gobierno, apoyado por Estados Unidos, estableció escuadrones de la muerte’. En 1985, Walker era ayudante del subsecretario de Estado para América Central y un operador clave en los intentos de la Casa Blanca de Reagan para derrocar al gobierno nicaragüense. El teniente coronel Oliver North, asignado al personal del Consejo Nacional de Seguridad a comienzos de 1981 y despedido el 25 de noviembre de 1986, era el funcionario de la Administración Reagan con mayor implicancia en la ayuda secreta a los contras gracias a los beneficios de la venta de armas a Irán.”
“Según el expediente judicial, Walker fue el responsable de establecer una falsa operación humanitaria en una base aérea en Ilopango, El Salvador, que se usaba en secreto para proporcionar armas, cocaína, municiones y provisiones a los mercenarios contras que atacaban Nicaragua.”
“Walker, que había entregado armas a los contras en Nicaragua y ahora se había transformado en observador de paz, declaró con bombos y platillos ante la prensa mundial que la policía serbia era la culpable de ‘la más horrenda’ matanza que él había visto. Los serbios, que hasta entonces habían evitado hábilmente las provocaciones de la OTAN y del Bilderberg, habían caído. La supuesta ‘masacre’ provocó un pretexto para la intervención. El 30 de enero, el Consejo de la OTAN autorizó el bombardeo. Y el Bilderberg ordenó a su secretario general, Javier Solana, que ‘usara la fuerza armada para obligar a los delegados serbios y de etnia albanesa en las negociaciones de ‘paz’ en Francia a hablar de un marco para la ‘autonomía’ de Kosovo’.”
“Un artículo del 4 de agosto de The Washington Post citaba a ‘un alto funcionario del Departamento de Defensa estadounidense que indicó sólo una cosa que podría provocar un cambio de política: ‘Pienso que si se alcanzaran ciertos niveles de atrocidad que resultaran intolerables, probablemente eso sería un detonante”.”
“Como referencia histórica útil, hay que recordar que los serbios fueron víctimas del peor acto de limpieza étnica, como los 200.000 o más serbios a los que se eliminó de la región de Krajina en Croacia durante la ‘Operación Tormenta’ apoyada por Estados Unidos en 1995 o los 100.000 o más serbios que fueron eliminados de Kosovo por el ELK al final del bombardeo de la OTAN. No hace falta decir que el Tribunal de La Haya, el mecanismo de justicia del Nuevo Orden Mundial, no ha hecho nada para llevar a los autores de esa atrocidad ante la justicia.”
“‘Debían de saberlo, porque de otro modo ¿qué induciría a la Corona a mantener un ejército en esa región donde no había nada de valor excepto el lucrativo comercio de opio? Era muy caro mantener hombres armados en un país tan lejano. Su majestad debía haber preguntado por qué estaban esas unidades militares allí’, se pregunta el doctor John Coleman en Conspirator’s Hierarchy: The Story of the Committee of 300.”
Bajo el epígrafe:
“Historia de la implicación de Estados Unidos en el tráfico de narcóticos
“A diferencia de lo que los libros de historia nos han contado durante años, el nefasto narcotráfico no es territorio exclusivo del estamento criminal, a menos que por estamento criminal entendamos a algunas de las familias más importantes de la historia de Estados Unidos, conocidas como el establishment liberal del Este, cuyos miembros dirigen ese país desde la oligarquía a través de un sistema de gobierno paralelo conocido como Club Bilderberg…”
“Kosovo y la heroína
“Dos periodistas, Roger Boyes y Eske Wright, en un artículo publicado el 24 de marzo de 1999 en el periódico The Times de Londres afirman que ‘Albania -que juega un papel fundamental en el trasvase de dinero a los kosovares- está en el epicentro del tráfico de drogas de Europa…’.”
“Albania se ha convertido en la capital del crimen de Europa. Los grupos más poderosos del país son criminales organizados que usan Albania para cultivar, procesar y almacenar un gran porcentaje de las drogas ilegales destinadas a Europa Occidental…”
Continúa mañana.
Fidel Castro Ruz
Agosto 17 de 2010
6 y 20 p.m.


martes, 17 de agosto de 2010

PREPARACIÓN PARA EL INICIO DE CLASES... UN VERDADERO DESORDEN



   Llegado el tan temido 16 de agosto nos reunimos para dar inicio a un ciclo de trabajo... ¿Cuál fue la noticia?  La DEE no ha bajado la información requerida para echar a andar los motores de la reforma en la educación especial... ¿Cómo está eso?
   Carecimos de los documentos para conformar el Consejo Técnico, no estuvieron los lineamientos y otros textos... Pero como buenos mexicanos, se hizo frente a la situación y se conformó todo lo que debía tomar forma.
   Una vez concluido ese trabajo, nos llevamos el resto del tiempo en dimes y diretes, discutiendo sobre ambigüedades de nuestro quehacer: qué es mejor, hablar con los padres en el grupo o en subgrupos, tal vez es más efectivo en individual, se debe atacar el problema de conducta o el de aprendizaje primero, la elaboración de material y el costo del mismo debe ser responsabilidad de quien, etc.   Yo vi todo en penumbras...  Estamos mal y seguimos igual.
   En fin, se os entregó un disco cuyo contenido es vasto, contiene las competencias, la planeación, los programas de estudio para todos los grados de la educación básica, etc.
   El Curso Básico dará inicio el miércoles 18 de agosto y espero que en ellos tengamos mejor suerte y podamos ver la luz.

Lo que más sorprende a los especialistas extranjeros que visitan nuestros institutos es el mal comportamiento de los alumnos

Este acertado artículo es una reflexión de Jaime Martínez Montero, Inspector de Educación en Cádiz, y que fue publicado el domingo, 29 de marzo de 2009 en el diario Almería Actualidad. Lo que más sorprende a los especialistas extranjeros que visitan nuestros institutos es el mal comportamiento de los alumnos en el aula, la confianza de amigachos que preside su relación con los profesores (siempre con el tú por delante), lo escandalosos que son y el descuido con el que tratan el material que se pone a su disposición. Si los visitantes son coreanos o japoneses, la impresión les puede provocar un shock. No es fácil conseguir mejoras significativas en los resultados escolares. Pero, desde luego, si no se aborda con seriedad y decisión el cambio del comportamiento de los alumnos, poco se puede conseguir. Para que el alumno pueda rendir en clase es preciso que, en primer lugar, atienda y, en segundo lugar, que lo dejen atender. Es el requisito previo, como lo es comprar un décimo para que te toque la lotería. Muchas de las correcciones que se ponen en marcha para atajar este mal son poco compartidas por los padres de las criaturas, que optan más por la impunidad de sus hijos que por su educación. Parece como si la mala conciencia del poco caso que les hacen la pudieran salvar poniéndose incondicionalmente de su lado a la mínima dificultad con la que tropiezan en el instituto. Se ha llegado a una situación en la que no producen alarma y se dejan pasar comportamientos intolerables. Los que narro a continuación los he visto yo visitando aulas, exhibidos por mozalbetes de trece, catorce o quince años, mayoritariamente varones, y sabiendo ellos que yo era el inspector. Están los que no reprimen las exigencias de su cuerpo por pequeñas que éstas sean. Así, uno bosteza de la forma más larga y ostensible que se pueda imaginar, desperezando todo el cuerpo. Otro se rasca y hurga, a modo, en axilas, ingle, nariz y oído. El de más allá está prácticamente tumbado en su silla, en una postura en la que alcanzar el tablero de la mesa para leer o escribir es francamente imposible. Hasta a alguna parejita he debido mirarla con reprobación para impedir no sólo que hicieran manitas, sino hasta que fuera algo más lejos. Repito: todo esto mientras el pobre profesor (o profesora, porque como corresponde a la condición humana, suelen ser más groseros y aprovecharse más de quien juzgan que es más débil) intenta explicar su lección o corregir un ejercicio. ¿Y los padres? ¿Qué ocurre cuando se sanciona a sus hijos y se les comunica el castigo? Pues en muchos casos se ponen de su lado, exigen datos y pruebas como si la vida escolar y sus procedimientos disciplinarios fuesen un juicio por la vía penal. Les hacen ver a sus vástagos que su centro de educación y enseñanza actúa arbitrariamente, que persigue sin motivo a sus alumnos, que emprende procedimientos sancionadores contra ellos sin argumentos ni hechos: un día, sin que haya ocurrido nada, los profesores y el equipo directivo acuerdan porque sí sancionar a unos pobres inocentes, e inician procedimientos muy costosos, que requieren mucho trabajo extra y que les van a traer a los que los emprenden un sin fin de preocupaciones. Señores padres: no es sensato creer antes a los propios menores implicados que a adultos expertos en problemas de disciplina como son los profesores. Los docentes son imparciales (por supuesto, más que los mismos menores o que ustedes), conocen bien a los chicos porque a lo largo de su vida profesional han tratado a miles de ellos, y saben calibrar la trascendencia de las acciones de los que ocupan las aulas porque, además de que se les prepara para ello, tienen la experiencia de haber pasado ya por cientos de casos anteriores. Señores padres: no deben enseñar a sus hijos de qué manera pueden salir indemnes o cómo se pueden librar de las consecuencias de conductas inadecuadas, sino a que asuman sus responsabilidades, a que corrijan lo que hayan hecho mal, a que acepten los castigos que se les impongan, a que tengan confianza en los profesores y en los centros en los que están escolarizados. Porque, señores padres, no hay mayor despropósito que ayudar a sus hijos a que queden por encima de su profesor y de su instituto. Señores padres: a sus hijos no les quedan tantos años para enfrentarse a la vida. Enséñenles también a tolerar la pequeña injusticia, el posible error. Porque en el mundo adulto van a encontrar muchas más arbitrariedades de las que puedan sufrir en la escuela. Déjenles bien claro que a sus profesores no les pagan para aguantarlos y reírles las gracias, sino para educarlos. Sus profesores son, para ellos, el anticipo de lo que luego, en el ámbito laboral, van a ser los jefes. Y, como decía Bill Gates, si cree que su profesor es duro con él, que espere a tener un jefe. Éste no va a tener ni la paciencia ni la vocación de su docente. Señores padres: un viejo consejo decía: "Si vas a sufrir una operación peligrosa, deja todos tus papeles y todos tus asuntos en regla. Es posible que sobrevivas". Aplíquense el espíritu del anterior dicho. Queremos su colaboración y su ayuda para conseguir la mejor educación de sus hijos. Pero no para hacerle la vida más fácil a los docentes. Al fin y a la postre, lo más que convive un profesor con ellos es, durante algún año, dos o tres horas a la semana. Lo queremos porque en última instancia son ustedes los que van a tener que soportarlos durante toda su vida.

 Leer más:
http://algomasquetecnologia.blogia.com/temas/educacion.php#ixzz0wsYbEzBf

Tomado de http://algomasquetecnologia.blogia.com/temas/educacion.php

La LOGSE es un desastre



La Logse (Ley Orgánica General del Sistema Educativo) es la ley que propugnó el
gobierno socialista de Felipe González para reformar la educación escolar y alargar la
enseñanza obligatoria de los 14 a los 16 años. El primer año de implantación progresiva de
la reforma fue el curso 1993-94. Hace por tanto más de diez años y las primeras
conclusiones del cambio pueden ser extraídas. Eso es lo que hace a continuación el
profesor Enrique Moreno Castillo que, a partir de su experiencia y de su conocimiento
detallado de la ley, nos cuenta el traspié que ha supuesto esta modificación para el futuro
de los escolares españoles.

Mi experiencia como profesor de instituto me lleva a hacer un balance francamente
negativo sobre la enseñanza actual. Creo que todo lo que ha producido la Logse, juzgado
desde un punto de vista de izquierdas, ha sido regresivo y pernicioso, y que la enseñanza
secundaria, al menos la pública, se halla en una situación de colapso. (Quiero aclarar que
mi conocimiento se limita a lo que ocurre en Cataluña, aunque sospecho que no debe ser
muy diferente de lo que pasa en el resto de España). Antes de la implantación de la Logse,
la enseñanza pública competía en igualdad con la privada, de modo que muchas personas
que hubieran podido pagar un centro privado optaban por enviar a sus hijos al instituto.
Ahora ha cambiado. Mientras los centros públicos deben aplicar a rajatabla las pautas y
normas de la ley, con los lamentables resultados que veremos, los centros privados tienen
un cierto margen de maniobra que les permite soslayar algunas de sus peores
consecuencias. Esto ha producido una deserción masiva de la enseñanza pública por parte
de las clases medias y de los sectores intelectuales, los cuales, advirtiendo el desastre, han
optado, quizá con resignación, por la privada.

El abismo que se ha abierto entre los dos tipos de enseñanza es cada vez más hondo; la
mayoría de la población percibe que la enseñanza propiamente dicha es la privada,
mientras que los institutos han pasado a ser centros para clases modestas e inmigrantes,
además de para los hijos de esos pocos ciudadanos inasequibles al desaliento que, por
principios, persisten en su opción por la pública. Y esto, con ser grave, no lo sería tanto si
los institutos pudieran ofrecer una enseñanza digna, objetivo que se ha vuelto imposible.
Es curioso que, aunque parece que la mayoría de la población ha detectado este estado de
cosas, el discurso público actúa como si nada pasara y sigue hablando de espaldas a la
realidad. Los que tomamos parte de una manera directa en la enseñaza sufrimos esa
sensación un poco alucinante de experimentar una determinada situación y, al mismo
tiempo, oír opinar sobre ella a políticos y periodistas de una manera que nada tiene que
ver con lo que estamos viendo. Nunca se ha hablado tanto de la calidad de la enseñanza, y
pocas veces la enseñanza ha tenido un nivel más bajo. Nunca se ha hablado tanto de la
transmisión de valores morales en las aulas, y nunca las actitudes y los comportamientos
habían llegado a tal extremo de degradación y de envilecimiento.

Por poner un ejemplo concreto de este abismo entre la discusión pública y la realidad,
recordemos que, en las últimas elecciones, uno de los contenciosos entre el PP y el PSOE
fue el problema de los llamados "itinerarios", que el gobierno anterior pretendía imponer y
que el actual ha suprimido. Se trataba de hacer grupos especiales en cada curso con los
alumnos menos aprovechados y darles una enseñanza más encaminada hacia salidas
profesionales. Los medios progresistas protestaron contra la discriminación que suponía
esta medida. Probablemente los itinerarios no iban a resolver gran cosa, pero resulta un
poco absurdo hacer de ello un problema cuando, en realidad, no venían más que a dar
carta de naturaleza a lo que se viene haciendo desde hace años en la mayoría de los
centros y a lo que se seguirá haciendo sin duda en el futuro: distribuir a los alumnos de
cada curso en diversos grupos según sus niveles, no por otro motivo que el de hacer que la
enseñanza no sea del todo imposible. Los que clamaban contra la discriminación que los
itinerarios suponían, hablaban como alternativa preferible de los grupos de refuerzo o de
apoyo, que ya existen y que en realidad son prácticamente lo mismo que los itinerarios,
por lo que habría que considerarlos igualmente discriminatorios.

La discriminación que tiene lugar entre los alumnos de ESO es gravísima, pero nada tiene
que ver con lo que se estaba discutiendo. Se trataba de una pugna entre partidos, en los
que cada uno esgrimía una fórmula meramente verbal, sin relación alguna con la realidad.
No es demasiado alentador verse convertido en objeto arrojadizo cuando a ninguno de los
contendientes, que son en definitiva los responsables de la situación, le interesa gran cosa
el contenido de lo que se está dirimiendo, sobre todo si se tiene el convencimiento de que
detrás del ruido de la polémica, entre los políticos de todas las tendencias hay una tácita
unanimidad: todos defendemos la enseñanza pública, pero a mi hijo ni en sueños pienso
mandarlo a estudiar a un instituto; todos defendemos los más extremosos presupuestos de
nuestra renovación pedagógica, pero ya me cuidaré de que me hijo disfrute lo menos
posible de esas maravillas.

Como se sabe, lo esencial de la reforma instaurada por la Logse consiste en que la
enseñanza, que hasta entonces era obligatoria hasta los catorce años, ahora lo es hasta los
dieciséis, y en que, además, esta enseñanza obligatoria es la misma para todos los
alumnos. La antigua enseñanza hasta los catorce se impartía en los centros de básica; los
alumnos que superaban la básica podían seguir el bachillerato, y los que no, podían entrar
en las escuelas de formación profesional. Ahora todos abandonan las escuelas dos años
antes y entran en los centros de enseñanza media a los doce, para estudiar los cuatro
cursos de la ESO.

Según el diseño original, al finalizar el primero de la ESO, todos los alumnos pasan
automáticamente a segundo. Si en segundo no alcanzan el nivel adecuado, pueden repetir
curso, pero sólo una vez. Finalizada esta repetición, sea cual haya sido su rendimiento,
pasan a tercero, curso desde el que se accede también automáticamente a cuarto, el cual, al
igual que segundo, sí que es repetible.
Una vez acabada la ESO, los alumnos que aprueben, por así decirlo, y obtengan el título,
podrán estudiar bachillerato o formación profesional, de acuerdo con su propia elección.
Los que no lo obtengan, finalizarán aquí su vida académica.

Este sistema plantea algunos problemas gravísimos. La enseñanza no sólo ha de ofrecer a
los alumnos un conjunto de saberes y hábitos intelectuales, sino que tiene también que
crear los incentivos para que los estudiantes se interesen por los contenidos que se les
proponen y se animen a realizar el esfuerzo necesario para asimilarlos. La Logse obliga a
todos los ciudadanos de doce a dieciséis años a ingresar en las aulas, pero les priva de
todo acicate y estímulo. Si el alumno de primero se desinteresa de los estudios y no se
esfuerza en absoluto, no importa, pasará de todas maneras a segundo. Si en segundo hace
lo mismo, tampoco importa: basta que vuelva a cursar segundo, y durante ese tiempo sí
que ya es irrelevante lo que haga, pues el paso a tercero está garantizado. Recuerdo un
grupo de segundo que impartí hace un par de años en el que predominaban los
repetidores. Naturalmente, la mayoría no sólo no hacía absolutamente nada, sino que
muchos faltaban con frecuencia a clase y algunos ni se presentaban a los exámenes. Lo
grave es que, dadas las premisas demenciales del sistema, yo acababa por comprenderlos
y estar de acuerdo con ellos. 

¿Por qué presentarse a un examen, si de todas maneras se va
a pasar de curso?

Lo único que en el sistema actual puede animar a un alumno a que estudie y aprenda es el
resultado final de la ESO: obtener el título a los dieciséis años. Pero para un chico de doce
lo que ocurrirá cuando tenga dieciséis es parecido a lo que supone para un hombre de 30
lo que le sucederá cuando tenga 90. Por eso se crea una primera diferencia social muy
visible: los alumnos de familias con cierto nivel cultural o al menos con algo de buen
juicio, que transmiten a sus hijos la necesidad del estudio, y los que proceden de familias
con más despreocupación en este terreno, los cuales van a las aulas obligadamente pero
con el convencimiento de que allí no vale la pena hacer nada.

Naturalmente, el ideal de cualquier enseñanza sería que el incentivo fuesen los contenidos
culturales mismos. Todo profesor desearía que los alumnos se entusiasmaran por el
interés intrínseco de los saberes que intenta transmitirles. Y sin duda, la tarea pedagógica
consiste en conseguir que resulten lo más atractivos e interesantes posible, y en contagiar
el entusiasmo y la pasión que, en su caso, pueda sentir el profesor por aquello que enseña.
Sabemos también que si el deseo de aprobar es el único aliciente de una asignatura árida y
tediosa, no será suficiente para mover a los estudiantes. Pero montar toda una enseñanza
partiendo de la base de que todos los profesores sabrán convencer a todos los alumnos
para que se apasionen por todas las asignaturas es algo destinado al fracaso. Pensar que
unos chicos de doce, trece o catorce años van a realizar un esfuerzo de aprendizaje y van a
imponerse una disciplina de estudio por puro y desinteresado amor al saber es
sencillamente delirante.
Los estudiantes entran en los institutos para cursar la ESO. Unos tienen una formación
previa mejor y otros peor. Unos vienen animados por cierta curiosidad o inquietud
cultural, gracias a sus familias, a sus anteriores maestros o a lo que sea, y están decididos a
sacar partido de la enseñanza. Otros no tienen ningún deseo de hacerlo. Algunos están
interesados en acabar la ESO y en proseguir estudios superiores; otros contemplan el final
de la ESO y el cumplir los dieciséis años como la liberación de una condena.

Pues bien, se ha organizado una enseñanza en la que todos estos alumnos, juntos y al
unísono, deben asistir a las clases, pero, como hemos visto, no tienen obligación alguna. Si
trabajan y se esfuerzan, bien. Si no lo hacen, también. Si su comportamiento es respetuoso
y civilizado, estupendo. Si son violentos, maleducados e irrespetuosos, qué se le va a
hacer. Nada en su trabajo y en su comportamiento ofrecerá, propiamente, resultados.

Hagan lo que hagan, no pueden ser expulsados, porque esta enseñanza es obligatoria y no
son ellos ni sus padres los que han decidido su presencia en las aulas, sino la
administración, representada, visiblemente, por los profesores. Es decir, que estamos
educando a los ciudadanos desde los doce a los dieciséis en la más absoluta
irresponsabilidad. Se habla más que nunca de la transmisión de valores; pero sabemos que
las ideas y las actitudes morales no se transmiten por adoctrinamiento, sino por contagio.
El que los alumnos sean educados en la solidaridad, el espíritu crítico y las actitudes
democráticas, no es sino un piadoso deseo si estos valores no están emanando de las
formas de vida colectivas y de las estructuras organizativas de los centros de enseñanza. Y
en este sentido nuestra enseñanza está montada sobre dos "valores": la indolencia y la
impunidad.

Si quieres, no aprendes

Si el alumno, desde los doce años, decide que no va a atender un segundo en clase, que no
va a abrir un libro, que no va a hacer los deberes ni una vez, y que no va a aprender nada,
seguirá pasando de un curso a otro como si tal cosa. No es de extrañar, pues, que muchos
tomen esta decisión. Supongo que cualquier lector ajeno al mundo de la enseñanza podrá
imaginarse lo que representa encontrarse en cuarto curso de la ESO con un hombretón de
diecisiete que no ha asimilado en absoluto los contenidos de las matemáticas, de las
lenguas ni de la historia desde primer curso.
En cuanto a los comportamientos, ocurre lo mismo, sólo que el problema es mucho más
grave. De hecho, el mensaje que el sistema educativo transmite a los alumnos de ESO es
que respetar al prójimo es moralmente mejor que no hacerlo, pero que la elección es cosa
suya. Si decide, por el contrario, insultar a los profesores, amenazar a sus compañeros,
boicotear la clase, destruir el material escolar o dedicarse directamente al robo y a la
intimidación, qué le vamos a hacer. Claro que se le pueden proponer consideraciones de
orden ético, se pueden comunicar los hechos a sus padres, incluso se le impondrán
pequeños castigos simbólicos que probablemente no le dará la gana de cumplir.

 En cualquier caso, lo importante es esto: nada de lo que haga tendrá consecuencias para él,
aparte de que irá consiguiendo cada vez mayor protagonismo. En definitiva, para educar a
nuestros futuros ciudadanos hemos creado un territorio sin ley que, por razones obvias, es
generador de violencia. La vida diaria de los institutos se ha convertido en una sucesión
de incidentes, pequeños delitos, actos vandálicos, groserías. Quienes desempeñan cargos
directivos han quedado casi al margen de toda tarea pedagógica, sobrepasados por los
asuntos disciplinarios. Por otra parte, la mayoría de los profesores se ha resignado a recibir
un trato humillante, o bien a actuar con una dosis de violencia verbal que los convierte en
perpetuos energúmenos, cosa tampoco demasiado agradable.

Por mi parte, debo confesar que lo que más me descompone es tener que admitir que a
cualquier compañera que intente poner un poco de orden en la clase se le pueda responder
"que si no dejas de joder te vamos a romper el coño" o que cualquiera de nosotros pueda
ser amedrentado con insultos y amenazas equivalentes. (No es necesario que los que
defienden el sistema actual se interroguen sobre si hechos como éstos suceden realmente;
basta que se pregunten si, a partir de los principios que propugnan, podrían no ocurrir).
Con este panorama, cualquiera comprende que el oficio de profesor de enseñanza media
ha pasado de ser algo complejo y laborioso a ser sencillamente horripilante.

Pero esto no es lo peor. A pesar de todo y por la maravillosa capacidad de supervivencia
de la especie humana, aún hay quien en estas circunstancias enseña algo, hay quien
aprende, hay alumnos que parecen encontrar en el estudio un medio de mejora; con
muchos más obstáculos de lo que sería deseable, en medio de conflictos innecesarios y,
desde luego, dejando en la cuneta a muchos que, en circunstancias propicias, conseguirían
bastante más. Hay sin embargo un pequeño porcentaje de alumnos que no aprenden
absolutamente nada. La ideología que rodea a la ESO gira en torno al principio de que el
sistema debe concentrar todas sus energías sobre los más desfavorecidos en el terreno
intelectual, de que hay que buscar las causas del fracaso escolar de cada individuo y atacar
el mal en su raíz. Los psicólogos y los psicoterapeutas tienen aquí su lugar fundamental en
la enseñanza. Y este deseo de sacar del atolladero a los que se encuentran en una situación
inicial adversa no merece sino la más fervorosa adhesión.

Si se consigue abrir la mente de un niño que sin esa mediación se hubiera quedado al
margen de la enseñanza y de la cultura, el favor que se le ha hecho justifica todos los
esfuerzos. Pero ahora pienso en los chicos que llegan a los trece o catorce años y, a pesar
de todo, no consiguen llegar al nivel mínimo. No me refiero al alumno mediano, que va
aprobando a trancas y barrancas, y que entre suspensos provisionales y aprobados
misericordiosos consigue terminar unos estudios secundarios; ni tampoco al que,
empujado por el ambiente general, se desinteresa completamente de todo. Hablo ahora de
esos dos o tres alumnos que hay en cada grupo que no se enteran absolutamente de nada;
que a la hora de cualquier examen sólo pueden presentar un papel en blanco; que no
pueden de hecho atender a ninguna explicación o realizar ningún ejercicio porque llevan
un retraso de años con respecto a sus compañeros.

¿Sabe usted ruso?

Para hacernos una idea de cómo es la vida de estos muchachos, pensemos que se nos
condena a asistir a una conferencia en ruso de una hora. No sabemos ruso y no nos
enteramos. Pero a esa conferencia sigue otra y luego otra, hasta cinco o seis, todas en ruso.
Imaginemos que al día siguiente ocurre lo mismo y que se nos anuncia que éste va a ser
nuestro futuro en los cuatro años sucesivos. Resulta que nuestros compañeros sí que
parecen saber ruso, y da la impresión de que se enteran de lo que se les dice y actúan en
consecuencia, mientras que nosotros estamos al margen. Algunos de los conferenciantes se
dirigen a nosotros con actitud amable y nos dicen que la cosa no tiene importancia, que en
el fondo todos somos iguales, pero que a ver si hacemos un esfuerzo por aprender ruso.

En algún momento uno de ellos pierde la paciencia y nos echa en cara, con cierta acritud,
nuestra ignorancia del ruso. Mensualmente llegarán notificaciones a nuestra casa
informando de lo poco que adelantamos. Acaso seamos conducidos ante un cariñoso
psicólogo que nos preguntará diversas cosas, especialmente por qué no sabemos ruso, y
nos dará un diagnóstico, vago y confuso, pero del que se desprenderá que lo que pasa es
que no sabemos ruso. Quizá ocurra que nosotros nos aburramos un poco con esta vida, y
se note que estamos distraídos, o acabemos dando muestras de impaciencia, molestando a
los que sí se están enterando. Entonces recibiremos una reprimenda, alguien nos pegará
un grito.

No creo que haya que hacer excesivos esfuerzos para imaginar la situación de pesadilla en
la que se encuentran esos dos o tres alumnos que tenemos en cada grupo y que deben
permanecer allí para pasar al curso siguiente porque tenemos un sistema de enseñanza
que no discrimina a nadie y ante el cual todos somos iguales.

Ocurre a veces que ese alumno cuyo caso estamos describiendo alegóricamente pero que
no estamos exagerando tiene la suficiente madurez psicológica o la mansedumbre como
para aceptar con resignación las cosas. Pero no es esto lo habitual; un chico de trece o
catorce años sometido a este régimen de vida se sublevará. En primer lugar, por mucho
que se le quiera edulcorar la situación, se sentirá inferior y marginado; empezará a
despreciarse y a odiarse a sí mismo y empezará a odiar a los demás. Nosotros, desde
fuera, vemos su situación como algo contingente y circunstancial, pero para él el centro de
enseñanza constituye su universo, es el lugar donde establece sus relaciones, el sistema de
obligaciones con cuya medida se le juzga y el ámbito en donde empieza a apoderarse de sí
mismo y a constituirse como persona. Es terrible conocer a un alumno que a los doce años
es un niño normal y apacible, sólo que incapaz de aprendizaje académico, y encontrarlo
dos o tres años después, con la sonrisa torcida, la mirada cínica y completamente maleado.

Esos alumnos que han vivido su etapa escolar con el sentimiento de inferioridad, la
rebeldía y el odio, están ya asumiendo su condición de marginales; llegarán a los dieciséis
años sin haber aprendido nada de lo que se les ha pretendido enseñar y sin saber nada de
lo que sí podrían haber aprendido. Como es inviable darles el título, son puestos
directamente en la calle, sin posibilidades de acceder a una enseñanza profesional y
lanzados a un mundo laboral para el que no tienen preparación. Naturalmente, durante
los años de la ESO la mayoría no han aprendido más que a sublevarse contra los
profesores, y a vengarse de su situación con pequeños delitos. Estos alumnos marginales
tienden a agruparse y a asociarse entre sí, y a constituir bandas. La primera fechoría que
normalmente se les ocurre llevar a cabo es intentar extorsionar a los más pequeños.

(Pensemos que para un muchacho de doce años, uno de catorce es un adulto temible). El
que en casos como estos, en los que se impondría una decisión drástica, el profesorado se
vea obligado a contemplar las cosas impotente y medroso, es uno de los hechos más
dolorosos de la vida en los institutos.
Ya sé que en algunos otros países de nuestro mismo nivel de desarrollo el panorama es
semejante. Esto consuela poco, sobre todo teniendo en cuenta que en España hemos
copiado sus sistemas cuando allí ya habían mostrado sus efectos desastrosos. Si no
queremos resignarnos a que nuestra enseñanza sea cada vez peor y a que los institutos
sean generadores de ignorancia y violencia, es necesario cambiar algunas cosas
fundamentales antes de que la situación, como en Inglaterra o los Estados Unidos, sea
irreversible. En primer lugar, es necesario crear unos estudios paralelos (no los actuales
cursos de refuerzo, llámense o no itinerarios) sino unas enseñanzas profesionales dirigidas
a aquellos alumnos que no pueden o no quieren cursar una enseñanza académica, que les
ofrezcan unas armas para desenvolverse laboralmente y sobre todo que les sirvan para
sentirse reconciliados consigo mismos. 

En cuanto al resto, estoy convencido de que un alto
porcentaje de la población puede cursar con provecho una enseñanza secundaria, con tal
de que se plantee de manera organizada y con rigor. Hay que considerar el acceso a la
cultura como un derecho de todos, pero no se puede plantear ningún derecho, y menos en
relación con la educación, que no lleve equiparado algún deber. No se debe subvencionar
con plazas escolares el vandalismo y la delincuencia; los alumnos que cometan
infracciones graves o que practiquen un boicot sistemático deben ser expulsados de los
centros. Si no se les exige una determinada respuesta, sino sólo un tiempo de estancia, los
jóvenes sentirán los colegios como cárceles, y los padres se dirigirán a los profesores no
como a quienes colaboran con ellos en la educación de sus hijos, sino como los
representantes de una administración que les ha impuesto una obligación que no les
incumbe. Y por último, debe considerarse necesario que para pasar al curso siguiente haya
que superar un determinado nivel en el anterior. 

Es absurdo convalidar un año de trabajo y estudio por dos de desinterés y vagancia. La idea de que el alumno debe ir pasando de curso, independientemente de su rendimiento, puede ser válida cuando tiene seis o siete años, pero llevarla hasta los umbrales de la vida adulta es demencial.

Los profesores que empezamos a dar clase en la época de la transición pensábamos, con
entusiasmo juvenil, en la capacidad de la enseñanza para transformar la sociedad dando
acceso a la cultura a las clases más desfavorecidas. Soñábamos con una enseñanza
democrática pero no por ello devaluada; con una enseñanza igualitaria que fuera la savia
cultural de la sociedad y que actuara como un fermento de pensamiento crítico. Y
pensábamos que esta era una de las tareas fundamentales de los gobiernos de izquierda.

Treinta años más tarde, en los últimos tramos de nuestra carrera, nos encontramos con que
esta izquierda ha creado una enseñanza discriminatoria, que consagra la segregación de
las clases bajas, y que se encuentra sumida en el desorden, la inoperancia y la degradación.

ENRIQUE MORENO CASTILLO es Profesor de lengua española y literatura en el
Instituto Emperador Carles de Barcelona