Opinión de
(Poncho Vera)
El festejo patriotero
Poncho Vera | Opinión
2011-09-17 | Hora de creación: 22:40:38| Ultima modificación: 22:40:38
Qué triste que cada vez seamos más cursis.
Año con año es peor, más payasadas. Todas con un disfraz para nuestras
carencias, de amor a México.
No hay remedio para nuestras ganas de sentirnos orgullosos de ser
mexicanos. El gran problema es que no sabemos ¿cómo? ni ¿por qué?
Prefiero las celebraciones de la Independencia Nacional con tragos,
gritos y bailes sin sentido, que las mamarrachadas inventadas para conseguir un
supuesto país mejor.
Grotescas invitaciones a la solidaridad, a la unión, a trabajar por un
mejor... como si así nada más, se pudiera lograr algo.
Se hacen compromisos al aire, al igual que si estuviéramos hablando de
una conmemoración espiritual. Todo se dice de manera facilita, así como se
empina un caballito de tequila. Es de tristeza que se tenga la idea de un
cambio real por la fiesta de una fecha supuestamente histórica.
Y lo triste es que se toman en serio estos mensajes, eso sí, hasta que
llega la resaca y lo permite. Pero si en verdad, creemos que todo va a ser
diferente por unas buenas horas, prácticamente por sólo decretarlo.
Son una cantidad de palabras chafas dizque profundas que sólo ayudan a
rellenar espacios en los medios, aderezar reuniones familiares, y a proyectarse
como un supuesto amante del país.
Me parece más sincero el Viva México etílico, a un ramillete de
palabras que suponen aclararnos cómo ser mejores mexicanos.
Se dicen tantas cosas... desde la felicitación a México por su
nacimiento, hasta los poemas que resaltan en tres líneas nuestras grandes
virtudes. No se llega nunca a nada.
Ojalá y los buenos deseos tuvieran razón de existir, pero no, sabemos
que desafortunadamente en México cada año las cosas están peor.
Intentamos celebrar a nuestra gente, cuando precisamente es ésta la que
nos mata, roba, y secuestra. Somos nosotros contra nosotros.
El enemigo no es extraño, es muy conocido, está junto a nosotros. Y se
ríe de la palabrería patriotera.
Mexicanos contra mexicanos, así son las cosas, y mientras no nos
dediquemos a cambiar en verdad, todo se seguirá lleno al caño. LAS REFLEXIONES
PATRIOTERAS
Después de haber vivido un Grito de la Independencia más, claramente se
comprueba que siempre habrá lugar para la ridiculez. Un festejo, como la gran
mayoría son, mensos, huecos, y absurdos.
Definitivamente antes disfrutaba más de las pachangas independentistas,
pues era la fiesta por la fiesta, nada más, nada menos. Borracheras, bailes,
risas y carcajadas sin mayor justificación que una pasadita de falsa historia
nacional. Ahora, nos invadió la cursilería.
Se nos está haciendo costumbre a los mexicanos buscarle tres pies al
gato a todo. Nos enfrascamos en unas boberías espantosas.
Chale, estamos viviendo una etapa churrigueresca de sentimientos. Mucha
payasada.
Qué flojera, en verdad es una pereza en pasar por fiestas en las que a
fuerza le metemos un sentimentalismo muy chafa.
Prefiero el grito de Viva México, inconsciente, que la tonta reflexión
absurda que lleva a una perdedera de tiempo y a una confusión de lo que es ser
mexicano.
Invitaciones a la unidad, a la solidaridad, al amor a la patria... pura
palabrería que se dice con la misma facilidad que se empina un caballito de
tequila.
ponchov@exafm.com
Publicado en La Crónica de Hoy, del sábado 17 de septiembre de 2011.
Por qué copié esta barbaridad?
Bueno, antes que nada,
quiero expresar mi total repudio a una
visión tan miope. Seguramente Poncho
Vera se refiere al llamado “grito” y celebraciones subsecuentes.
Por mi parte, me siento con la
obligación de afirmar que si ponemos la historia de nuestro país en duda, si
minimizamos las proezas de los héroes y sus aportaciones a la conformación de
un país que, indudablemente, está en crisis, no somos más
que la nada.
Soy profesora, trato de
cumplir mi función con total responsabilidad
y yo regresé a casa el día 15 de septiembre con un buen sabor de boca:
las ceremonias correspondientes a las fechas 13 de septiembre de 1847 y 15 de
septiembre de 1810, fueron ilustrativas para los niños, además de que les
permitieron a algunos de ellos, participar con la representación de algún
personaje de la época, cuestión que difícilmente olvidarán en su vida y con
ello, interiorizarán la aportación heroica de esos hombres ilustres.
México, país sobrepoblado y
con un gobierno encabezado por un
“etílico”, según dicen algunos
comentaristas políticos, tiene una gran masa carente de cultura y
conocimientos, por eso el festejo se convierte en diversión impregnada de
agresiones tales como lanzar huevos rellenos de confeti o harina a los
transeúntes, de embriagarse hasta perder
el control de los impulsos, bailar y
cantar; esos comportamientos “salvajes” son los que prefiere Poncho Vera, quien
rechaza la invitación a la unidad nacional. Y me asalta una duda: Si las condiciones del
país no constituyen un aliciente para los mexicanos que, dicho sea de paso,
constituyen una masa amorfa, no es válido intentar aunque sea en mensajes, que contengan sus impulsos?
Yo creo que es necesario
echar un vistazo a los documentos existentes en la Biblioteca y Hemeroteca
Nacionales y en el Archivo General de la Nación, ver de la fuente original qué es lo que sucedió y
quiénes fueron los protagonistas de los hechos,
tratar de ubicarse en el momento histórico del país y así se podrían
comprender muchas cosas, de las que tantos critican y pretenden minimizar. Bueno, esto lo debían hacer aquéllos que
tienen mayor influencia con la masa de mexicanos que requieren
ampliar sus conocimientos y dejar de festejar bebiendo, lo que para Poncho Vera sería una
celebración honesta.