jueves, 28 de enero de 2021

A EMILIO


El vacío en que vivo desde hace más de un año ha ido llenándose con las experiencias y preocupaciones del día a día, pero tu ausencia está presente en todo momento.  Eres fundamental y, sin embargo, sigua existiendo.  No puedo explicar cómo es que yo puedo continuar sabiendo que tu sacrificio lleno de amor hacia nosotros fue una decisión que no tuvo marcha atrás. 

Uno va tejiendo su vida, a veces nos equivocamos y al destejer, el estambre se estira, se ensucia, se maltrata, pero hay la oportunidad de rehacer la prenda.  Si la persona muere, no hay otra posibilidad, de reandar el camino, de regresar y tomar otra ruta, porque la muerte es un acto total en el que el alma va más allá de este plano.

Ahora estás, espero, en laluz, tu alma clara, diáfana, limpia, inocente, bondadosa y llena de amor flota en el ambiente, viaja y disfruta de la armonía y la paz en el más allá.  Gabriela me preguntó a dónde se van las almas.  No supe qué contestarle  porque estás en todos lados y en ninguno, porque tu alma transparente, ingrávida y amorosa impregna todo lo que está a mi alrededor, pero tú no estás aquí.

   Hoy desperté de madrugada, escuché ruidos en la planta baja porque los gatos estaban correteando, pero yo, aturdida aún por la reciente vigilia, pensé que serías tú quien anduviera por aquí, tal como era antes, cuando vivías terrenalmente.

Yo estoy triste, lloré un rato, hoy no intenté reprimir mis sentimientos de vacio porque sé que mereces que yo esté triste porque sabes que yo te amo, te quiero tanto que quisiera poder volar hacia ti, darte un abrazo fuerte, decirte que te quiero mucho y que no valía la pena que te hubieras ido aunque nuestras almas lo tuvieran pactado, que debiste faltar al trato y quedarte más tiempo conmigo. ¿Sabes? Yo he tratado de estar mejor, he recibido el apoyo y comprensión de los cercanos, tus amigos han estado al pendiente de mí a través de saludos y Johnatan compuso una canción en tu memoria; es un buen hombre.

   He reflexionado sobre tu vida, no he dejado de hacerlo desdeaquel día y llego a la conclusión que, así como la de la mayoría de las personas, fue una vida buena con malos momentos.  Tuviste la fortuna de vivir en libertad, con una familia que siempre te adoró y aún lo hace, me refiero a tus tíos  y a mí.  A ellos les afecta bastante tu ausencia y prefieren acallar su dolor y yo, que te extraño y amo demasiado, lo expreso en cada momento.  Si estoy callada, pienso en ti; si preparo algo, te recuerdo; si estoy con las mascotas, ellas te traen a mi mente porque tú trajiste a Ariel y con Fanny jugabas.  Si estoy con Marlon, tu recuerdo me inunda; si hablo con mis amigas, recuerdo que tú las conociste bien; enfin, tú estás presente en todo momento. 

   No he hecho tu blog, aún no sé si llevarlo a la realidad o que quede en proyecto.  Tal vez sería mejor esperar a que pase la pandemia para que tu obra quede en alco tangible, tocable, perceptible a través del tacto y de la vista.  Aún no me atrevo a hacerlo porque, además, quiero más fotografías tuyas y no sabes cuánto lamento no haber tenido la precaución de fotografiarte o de intentar escarbar en tu intimidad del celular antes.

   Yo te extraño mucho, ojalá pronto te presentes ante mí, me digas algoque conforte a mi ser terrenal y me de alientos para continuar en este retejer de mi vida.