viernes, 23 de julio de 2021

VIVENCIAS, UN ARREGLO FLORAL


 

 

El viernes 30 de julio cumplirás 39 años de ser la mejor parte de mi vida.  Sabes? Aunque hace casi dos años marchaste de este mundo para ir a otra parte, tengo la intención de continuar recordándote y amándote.  Digo que tengo laintención porque cuando ocurre algún evento doloroso en extremo, lo que una desea es olvidar.   Yo estoy en el proceso de sanación de mi alma, de extender tu recuerdo hacia atrás, es decir, de recordarte vivo, en acción, activo y procurar minimizar el impacto del fin. 

    Me había propuesto, desde el inicio, cuando estábamos en la funeraria, de hacer que tu presencia sea continua, que tu recuerdo sea tan concreto que casi se pueda tocar, así como cuando estábamos cercanos y nos saludábamos, chocábamos las palmas una y otra vez hasta que el sonido fuera lo bastante sonoro que nos satisficiera, cuando reíamos, cuando charlábamos, cuando me leías, cuando bailábamos, cuando nos conmovíamos al ver una película, cuando tú me quitabas de la estufa para terminar lo que yo preparaba, cuando yo te consentía…

   Sin proponérmelo, cuando escucho algún comentario o sucede algo en lo que tú pudieras tener alguna relación, viene tu presencia a mi recuerdo y te siento cerca.  Por ejemplo, hoy que Marlon aconsejó a alguien sobre el comportamiento más adecuado, yo te recordé, me sentí feliz, sonreí y dije a tu fotografía que tú eras un consejero consumado, que eras el “doctor corazón” de tus amigos…

   Ahora, en este momento, te recuerdo sin alguna razón en específico, te recuerdo porque te fuiste sin darme la oportunidad de despedirme, sin hablar conmigo, sin darme una mirada, una sonrisa, un abrazo, unas palmadas, un adiós. 

   El martes, en mi sesión, dije a la tanatóloga que partiste antes que yo, que eso alteró el curso natural de la vida, que yo debí dejar este mundo antes porque yo soy tu madre, que llevo más tiempo de existir, pero que tú viviste más que yo. Tuviste muchas experiencias, desde pequeño, viajaste al extranjero y unos meses antes de tu partida, también.  Conociste lugares y personas, experimentaste sensaciones y emociones que seguramente, satisficieron tus anhelos y, como todos, tuviste frustraciones que hirieron tu corazón y se clavaron como espinas.

   Pero fíjate, tuviste una novia que hasta te mandóun arreglo floral.  Lo recuerdo bien, una noche que regresé del trabajo, ví que había un enorme y hermoso arreglo floral sobre la mesa de la sala.  Me emocioné mucho porque pensé que sería algún obsequio para mí.  Subí la escalera y después de saludar a mi papá, pregunté por la procedencia de las flores.  Mi papá, divertido, me dijo: “Se las trajeron a Emilio.  Vino una amiga de Norma y se las dejó”.  Creo que se habían distanciado y ella, en un gesto de amor y arrepentimiento, pensó en halagarte. 

   Y tú, hijo mio, estabas apenado, no sabías cómo sentirte ante tal expresión amorosa de tu novia.  No logro recordar si la diversión, el chascarrillo y las bromas de mi papá se prolongaron.   Todo esto lo recuerdo con el amor infinito que siento hacia ti, mi recordado y añorado hijo.