Viernes 26 de Marzo, 2004 | Hora de creación: 00:00| Ultima modificación: 04:16
Con cinco años de edad, a Diego los médicos le recetaron Ritalín porque presentaba hiperactividad. Pero, lejos de ayudarlo a calmarse, el medicamento empeoró su cuadro clínico: sufrió ansiedad, insomnio y se tornó muy agresivo.
El suyo es sólo uno de 500 casos documentados por el Comité de Ciudadanos en Defensa de los Derechos Humanos de niños que han sido dañados por el Ritalín.
Hugo Redón Aguirre, doctor del Centro de Rehabilitación “La Perla Mexicana”, hace una llamada de alerta acerca del uso de fármacos como Ritalín, Melleryl o Atemperatos recetados a niños con “problemas de conducta”.
Redón asegura que estos medicamentos contienen compuestos químicos similares a la cocaína, por lo que, para recetarlos, es imprescindible someter antes a los pequeños a estudios neurológicos.
Incluso, las agencias antidrogas de Estados Unidos tienen clasificado al Ritalín en el mismo nivel que la morfina, el opio y la cocaína.
Redón Aguirre apunta que en “La Perla” hay adolescentes que son adictos a las drogas porque de pequeños consumieron Ritalín.
Carmen Avila, presidenta del Comité de Ciudadanos en Defensa de los Derechos Humanos, explica a Crónica que el uso de fármacos como el Ritalín se ha convertido en una práctica común en las escuelas públicas y clínicas del sector Salud para atender a niños hiperactivos, con déficit de atención o impulsivos.
Avila, abogada de profesión, lamenta que los productores de esos compuestos vean en los niños un mercado “muy prometedor” para su comercialización, sin importar que están dañando la salud mental y física de los pequeños.
El suyo es sólo uno de 500 casos documentados por el Comité de Ciudadanos en Defensa de los Derechos Humanos de niños que han sido dañados por el Ritalín.
Hugo Redón Aguirre, doctor del Centro de Rehabilitación “La Perla Mexicana”, hace una llamada de alerta acerca del uso de fármacos como Ritalín, Melleryl o Atemperatos recetados a niños con “problemas de conducta”.
Redón asegura que estos medicamentos contienen compuestos químicos similares a la cocaína, por lo que, para recetarlos, es imprescindible someter antes a los pequeños a estudios neurológicos.
Incluso, las agencias antidrogas de Estados Unidos tienen clasificado al Ritalín en el mismo nivel que la morfina, el opio y la cocaína.
Redón Aguirre apunta que en “La Perla” hay adolescentes que son adictos a las drogas porque de pequeños consumieron Ritalín.
Carmen Avila, presidenta del Comité de Ciudadanos en Defensa de los Derechos Humanos, explica a Crónica que el uso de fármacos como el Ritalín se ha convertido en una práctica común en las escuelas públicas y clínicas del sector Salud para atender a niños hiperactivos, con déficit de atención o impulsivos.
Avila, abogada de profesión, lamenta que los productores de esos compuestos vean en los niños un mercado “muy prometedor” para su comercialización, sin importar que están dañando la salud mental y física de los pequeños.
“PASTILLA MARAVILLOSA”. Avila explica que los 500 casos documentados provienen de todo el país, pero principalmente de Monterrey, Guadalajara y San Luis Potosí.
Los testimonios constatan que los doctores recetaron la medicina a los niños sin someterlos a estudios neurológicos. Además, en ningún momento las madres fueron advertidas del contenido del fármaco ni de sus reacciones secundarias.
Por ejemplo, Angélica Sánchez, madre de Diego, narra que a su hijo le recetaron Ritalín desde los dos años y medio, pero ella no se lo suministró porque en las indicaciones decía que era para mayores de cinco años, edad en la que sí le comenzó a dar el medicamento.
Agrega que en la guardería le advirtieron que si no llevaba a Diego con un especialista, el niño iba a ser expulsado. Por ello, acudió a la clínica 32 del Seguro Social. Ahí la doctora Silva, después de ver al niño cinco minutos le dijo: “Está muy mal, mire cómo destroza las cosas. Hay una pastilla maravillosa, es ‘Ritalín’, le va a ayudar mucho a su hijo”.
Y agrega que “el ‘Ritalín’ volvió más agresivo a Diego, no dormía ni comía y se golpeaba contra la pared. Le suspendí el medicamento, ahora practica deporte, tiene una alimentación balanceada, una buena educación, y se recuperó”.
Pero la abogada Avila enfatiza que “es normal que los niños pasen por estas fases de hiperactividad, por su misma naturaleza, y violan sus derechos humanos y cometen racismo contra ellos al encasillarlos como hiperactivos, infantes con déficit de atención o impulsivos”.
En Estados Unidos, dice, hay ocho millones de menores tratados actualmente con Ritalín u otros fármacos con sustancias similares a la cocaína.
“En un futuro”, asegura, “ellos serán los adictos a las drogas en ese país; no queremos que suceda lo mismo con los niños mexicanos”.
De hecho, en “La Perla” hay internos que al dejar el Ritalín tuvieron que buscar sustitutos, pues les produjo adicción, según el doctor Redón.
¿Qué es y para qué sirve la medicina?
Es un medicamento que se receta a los niños con un nivel de actividad anormalmente alto o que padecen hiperactividad o falta de atención. El Ritalín actúa sobre el sistema nervioso central. Se estableció que actuaba sobre los niveles cerebrales de dopamina y noradrenalina, y posteriormente se descubrió que producía aumento de niveles de serotonina. Actúa en forma similar a las anfetaminas. Libera unos químicos en la sangre llamados neurotransmisores, sobre todo la noradrenalina y dopamina.
El Ritalín puede causar adicción, porque agota las reservas de esos neurotranmisores y la persona se sentirá cansada y con depresión.
Es indicado en infantes y adultos con hiperactividad y déficit de atención. En estos casos tiene un efecto calmante, porque estimula las partes del cerebro que regulan la hiperactividad y la atención. Su efecto inicia una hora después de ingerida y dura aproximadamente de 3 a 4 horas.
Es importante que las madres de menores medicados con Ritalín estén seguras que antes de prescribir la droga, se le hizo al pequeño un estudio exhaustivo para averiguar la causa de su hiperactividad o déficit de atención, porque muchos niños pueden mejorar con terapia y una buena alimentación.
Frenk y Tamez comparecerán por el uso del fármaco
La Cámara de Diputados citará a comparecer, en fecha por definir, a los secretarios de Salud, Julio Frenk Mora, y Educación, Reyes Tamez Guerra, por el uso de Ritalín en niños escolares que son diagnosticados como hiperactivos, con déficit de atención o impulsivos.
El legislador del PRI, Omar Bazán Flores, afirmó a Crónica que el uso de Ritalín y medicamentos similares como Melleryl o Atemperatos se han convertido en una práctica común en las escuelas públicas y clínicas del sector Salud, para “atender a estos niños que corren el riesgo de volverse adictos a las drogas”.
Omar Bazán Flores, de la Comisión de Gobernación y Participación Ciudadana, dijo que el Comité Ciudadano en Defensa de los Derechos Humanos tiene documentados 500 casos de niños que han sido dañados por este fármaco, al generarles adicción, insomnio, ansiedad o pánico.
Por ello, sostuvo, es importante que ambos funcionarios expliquen el uso de ese compuesto ante los legisladores, para “tomar cartas en el asunto e iniciar una investigación a afondo, pues hay testimonios que aseguran que puede generar dependencia a las drogas”.
Bazán Flores expuso que en México más de tres millones de menores tiene algún tipo de problema de comportamiento, por lo cual requieren terapias, dietas y atención especializada, pero no drogas como el Ritalín que puede derivar en problemas mayores.
“Es muy grave que a los niños mexicanos se les esté suministrando sólo porque tengan problemas de aprendizaje o sean inquietos, esto lo deben explicar los secretarios y bajo que normatividad están siendo recetando”.
Dicha medicina genera en quien lo consume psicosis, manías, reacciones neurológicas y puede incluso retrasar el crecimiento hormonal de la glándula pituitaria, entre otros efectos.
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