El
presidente Felipe Calderón fue cuestionado por Rafael Ruiz, un ciudadano
invidente, que le reclamó que el sector de las personas con discapacidad está
"secuestrado" por un "cártel" de cinco dirigentes que no
representan las voces de todos y que debe ser auditado.
Cuando el
mandatario federal se disponía a firmar el decreto de la Ley General para la
Inclusión de las Personas con Discapacidad en el salón Adolfo López Mateos de
Los Pinos, Ruiz se acercó a Calderón y le dijo: "Perdón por el exabrupto
de la interrupción del protocolo, pero si no es ahora que exprese la voz de
muchos que no la tienen, no va a ser nunca. Me impidieron la entrada a este
recinto, como me lo han impedido al consejo consultivo, siendo consejero
nacional y presidente del consejo consultivo constituido conforme a la ley
anterior".
Aunque se
acordó dar representación a varias organizaciones, explicó que "es
necesario tomar la palabra, porque también la discapacidad está secuestrada. Ya
son muchos años que ellos cinco siguen manejando, no digo bien o mal. Los
propios resultados lo dicen. Once años que nos han manejado funcionarios que se
han hecho cargo de la discapacidad. No tenemos un solo producto tangible del
cual podamos gozar", se quejó.
Criticó que
los organismos de representación de las personas con discapacidad se han
ocupado como agencia de colocación y exigió una auditoría.
Un
trabajador de Presidencia de la República le iba a entregar un micrófono al
inconforme, pero el jefe de ayudantes de Calderón, Mario Castro, lo llamó para
que no lo hiciera.
Después en
entrevista, Ruiz, quien dijo haber sido responsable de la Federación Mexicana
para el Deporte para Ciegos, indicó que le interesaba hacer una metáfora al
presidente, "de que nosotros también tenemos un cártel, el de los mismos
cinco de siempre, las mismas cinco organizaciones".
Sobre la
auditoría, señaló que debe hacerse al secretariado técnico para Personas con
discapacidad, ya que se han gastado 250 millones de pesos que han sido
"despilfarrados" en brindis, celebraciones y viajes.
Calderón
observó a Ruiz durante los siete minutos que habló y, según la versión del
inconforme, le prometió que iba a atender sus opiniones.
En su
discurso, el presidente Felipe Calderón no aludió al tema y se congratuló de la
promulgación de la ley, porque promoverá la igualdad y no la discriminación.
Prometió que
juntos podemos derrumbar mitos, prejuicios, para avanzar hacia una sociedad
libre de discriminación.