domingo, 14 de agosto de 2011

DAR.






Todo hombre que te busca 
va a pedirte algo.

El rico aburrido, la amenidad de tu conversación.
El pobre, tu dinero
El triste, un consuelo
El débil, un impulso
El que lucha, una ayuda moral.

Todo hombre que te busca,
De seguro va a pedirte algo.
Y tú, ¡osas impacientarte!
Y tú, ¡osas pensar, qué fastidio!

¡Infeliz!
La ley escondida que reparte misteriosamente
las excelencias,
Se ha dignado en otorgarte,
El privilegio de los privilegios,
El bien de los bienes,
La prerrogativa de la prerrogativas.

¡Dar!
¡Tú puedes dar!

En cuantas horas tiene el día tú das.
Aunque sea una sonrisa,
Aunque sea un apretón de manos,
Aunque sea una palabra de aliento.

En cuantas horas tiene el día
Te pareces más a Él, que no es sino,
Dación perpetua, difusión perpetua y
Regalo perpetuo.

Deberías caer de rodillas ante el padre y decirle:
“Gracias porque puedo dar, padre mío”;
ya nunca pasará por mi semblante 
la sombra de la impaciencia
...En verdad os digo, vale más dar que recibir
                                                   Amado Nervo