Tomado de http://www.megaupload.com/?d=LN8LHPLP
Las mascotas son compañeras de la vida; en el devenir histórico el hombre aprendió a domesticar y querer a los animales que pueden tener contacto directo con él.
Las mascotas no solamente nos acompañan y cuidan, también exigen cariño y protección. Ellas van afinando su carácter conforme se les trate y la relación que se establece entre el amo y su mascota es recíproca.
Las escuelas de nuestro país carecen de mascotas pero a cambio, tienen fauna nociva: ratas.
Las ratas suben las escaleras de los planteles, se introducen en los salones y en los estantes y comen lo que pueden ingerir o roen el papel. Se han hecho fumigaciones consuetudinarias, periódicamente --una vez al año-- acude personal de las diferentes delegaciones políticas para intentar acabar con ellas, pero es imposible.
Las mascotas no solamente nos acompañan y cuidan, también exigen cariño y protección. Ellas van afinando su carácter conforme se les trate y la relación que se establece entre el amo y su mascota es recíproca.
Las escuelas de nuestro país carecen de mascotas pero a cambio, tienen fauna nociva: ratas.
Las ratas suben las escaleras de los planteles, se introducen en los salones y en los estantes y comen lo que pueden ingerir o roen el papel. Se han hecho fumigaciones consuetudinarias, periódicamente --una vez al año-- acude personal de las diferentes delegaciones políticas para intentar acabar con ellas, pero es imposible.
En las escuelas más abandonadas, que se ubican en los barrios pobres de la ciudad, las ratas son como los animales domésticos, es decir, como los puerros, los gatos o las aves. Los niños las ven como parte de su panorama cotidiano. Esto pareciera inverosímil, pero no lo es.
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