lunes, 28 de septiembre de 2009

Trastorno por Déficit de Atención




Hace algunas décadas no se hablaba del Trastorno por Déficit de Atención con o sin hiperactividad; había niños latosos, groseros, que peleaban con sus compañeros y rara vez eran desafiantes ante la autoridad.
   Dice Vigotsky que las funciones fueron antes relaciones.  Si partimos de esa premisa, el niño con hiperactividad y con déficit de atención fue construido, es decir, que las relaciones sociales son las creadoras de este trastorno que no es posible detectar a través de un encefalograma ni de un TAC cerebral.
   Con el desarrollo de las sociedades y el empobrecimiento de la población las mujeres (madres de familia) han tenido que salir de sus hogares para aportar a través de su trabajo, más dinero para el sostenimiento de la familia.  Con esa ausencia, los menores quedan "a cargo" de las amistades callejeras, de las empresas televisoras y de las tentaciones que provoca el carecer de la autoridad; por ello, ahora encontramos a gran número de niños que no tienen respeto a los límites que se imponen en museos, cines, escuelas e, incluso, otras casas.  




  
Para intentar componer o curar esto, que no es enfermedad, se prescribe a los niños dosis de medicamentos que no hacen sino apaciguarlos, pero no les construye ni les permite organizar sus tiempos, sus acciones, sus pensamientos, planear sus actividades, orientar sus impulsos ni, mucho menos, atender cuando deben hacerlo.
   El TDAH se solucionaría si las condiciones socioeconómicas y culturales se elevaran, si el cuidado por los niños fuera total y real, si existieran buenos ejemplos en las calles, si lo que se ensalzara fueran los valores universales de respeto, responsabilidad y honestidad.  Así, los niños tendrían una meta hacia la cual se dirigirán.  ¿Pero qué es lo que se ve en estos tiempos?  La impunidad de los criminales, el enriquecimiento de las personas que no actúan bien (secuestradores, narcotraficantes, malos políticos y magistrados, etc.). 
   El ambiente en que vive nuestro país es inestable en lo que se refiere a la seguridad ciudadana, supe de un niño de 11 años que fue asaltado por un vecino suyo. 
   El TDAH no se puede curar pero sí se aminorarían los casos si las condiciones sociales en lo amplio, es decir, en el país, y en lo particular, en las familias, se mejoraran un mucho. 
    Otro problema que existe en la educación de los niños es que faltan los padres porque trabajan y los maestros están maniatados para educar, es decir, para transmitir valores y pautas de comportamiento sociales.  ¿Por qué lo digo?  Porque los padres de familia se acostumbraron ya a que todo lo reciben del gobierno: becas, uniformes y útiles escolares.  Además, saben que no se les puede decir nada que pueda resultar una agresión al estilo de  vida que tienen, por lo que si el niño está acostumbrado a decir groserías en su casa, puede decirlas también en la escuela y si el profesor osa corregir, corre el riesgo de tener un problema con los padres.
   Creo que el problema es complejo y que la solución viene con la desaparición del TDAH, esto es, en la adolescencia, cuando el niño tenga que responder ante otro tipo de exigencias sociales y entonces tomará uno de los dos caminos existentes: se compone y toma la responsabilidad de sus actos o se incrementa su trastorno de conducta y se vuelve un fracasado con o sin dinero, es decir, no en un hombre de bien.

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