En aquellos años cuando las ciencias
pedagógicas aún no eran influyentes y los alumnos tenían que enfrentar la
enseñanza únicamente con sus habilidades. Sin esperar más apoyo que la enérgica
orientación de sus profesores. Cuando no había necesidades educativas especiales,
los niños (y cuando digo esto generalizo) tenían que esforzarse todos los días a
ser mejores para no ser burros. Antiguamente ser burro no era una habilidad,
hoy se le llama habilidades diferentes, antes era lo que es, una incapacidad,
sin embargo antes se luchaba para no ser encajonados en la diferencia, hoy ya
no se les pide que se esfuercen ya que ahora se respetan y se toleran las
diferencias. No importa que estés en tercer grado de primaria y no sepas leer,
tampoco que llegues a la secundaria y no sepas las operaciones básicas, lo
importante es que estés integrado a la escuela. Hoy el mensaje es no exijan.