Por la mañana llamé a una amiga que vive en Ciudad Juárez con la
finalidad de desearle una feliz Nochebuena y Navidad; platicamos
brevemente y, entre las cosas que dijo, comentó que prefería hacer una comida
porque no quería que sus hijos estuvieran fuera de la casa durante la noche
debido a la terrible y temible inseguridad que se vive en aquél lugar del
país.
Hoy, 25 de diciembre, escuché dos artículos publicados en el mismo diario, ambos contrastantes en su contenido y creo que los dos con verdades relativas a la realidad en la que viven los habitantes del pent-house y los de los pisos bajos. A continuación, la transcripción de aquél que retrata la situación del México real, real porque a ese nivel es al que pertenece el grueso de la población mexicana.