A partir del
ciclo escolar que recién inició, se echó a andar un modelo del que, según el
supervisor de la zona de educación especial, se conoce la teoría pero no se ha
construido la manera en que se operatiza...bien.
Dista tanto el
trabajo entre una USAER y otra que tal parece que se halla una en modalidades diferentes.
Y para muestra, basta un botón.
En el turno
matutino no hemos podido atender a los niños, ni valorarlos, ni siquiera
conocerlos. Se nos ha ido el tiempo en papeleos ay recabar información relativa
a la escuela, a su personal, a su PEE; yo había conocido a dos alumnos
de 2o. grado, que causan inquietud a su profesora puesto que uno es repetidor y
la otra, en tratamiento por cáncer en el cerebro.
Pues bien,
el día jueves recibimos la visita de nuestra directora, quien me
indicó que no debía llevar a los niños al aula de apoyo, ni siquiera para
platicar con ellos o para hacerles valoración alguna porque "se
crean dependencias", misma expresión que utilizó cuando, a la hora
de recreo, e uno de los niños fue a buscarme. ¿Acaso no es necesario para
cualquier ser humano mantener relaciones sociales? ¿Por qué no se puede
establecer el rapport y fomentar la empatía con los compañeros de la escuela y
con los niños? ¿No debemos ser ejemplo, acaso, para los padres? ¿Qué
hay con las necesidades de afecto, educación, buen trato y a sentirse a gusto
en un ambiente diferente al de la casa? ¿No aprendemos mejor cuando nos
sentimos aceptados?
Por otro lado,
en el turno vespertino, hemos pasado a los grupos, apoyado a los profesores
para aplicar las fichas diagnósticas y en la observación de las conductas de
los alumnos. Hemos apoyado en especial a aquéllos que presentan una
dificultad mayor o una discapacidad...
De verdad, no
puedo entender qué es lo que ocurre en educación especial...Y, como diría el
personaje de Eugenio Derbez, pido QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE.