En el desarrollo de
los niños es recomendable que vivan experiencias de difeente índole, con la
finalidad de que experimenten emocines
diversas y apredan a detectar en otros
diferentes sentimientos Así, es
bueno que los niños enfrenten tareas que están por encima de sus capacidades actuales y que resuelvan
con el apoyo de otro más capaz.
Así se consigue que
los infantes superen el sentimiento de frustración provocado por la imposibilidad
actual para resolver algún problema, se cree estrategias de resolución o
modifique las que les brindan los
expertos y aprenda a valorar su esfuerzo, lo que debe dar un sentimiento de
satisfacción.
En todas las
culturas, las expresiones faciales denotan estados de ánimo similares, la
alegría se muestra con una sonrisa, lo mismo la satisfacción o cualquier otro sentimiento
positivo, entendiendo por el término positivos todo aquello que nos da
seguridad, confort, bienestar, alegría o tranquilidad. En contraparte, los ceños fruncidos, los
llamados “pucheros” consistentes en apretar los labios como preámbulo al
llanto, el llanto y la mirada torva, son
códigos universales de frustración, molestia, cólera, rabia, enojo o dolor.
Las personas
públicas, que dan la cara a la sociedad en su conjunto, que deben ser ejemplo
de control sobre sí mismos, solamente deben dar expresiones positivas a la población,
pero ahora tenemos políticos “muy humanos, comunes y corrientes” que difícilmente controlan sus expresiones faciales. He aquí
algunos ejemplos: