He
pensado mucho acerca de la diferencia que existe entre los años 70s y la
actualidad... Recuerdo que estudiaba la secundaria a finales de esa
década y hubo un concurso de declamación. Yo aprendí "Fusiles y
muñecas", de Juan de Dios Peza. Si ahora se hiciera un concurso, no
imagino a qué clase de petas acudirían los alumnos para participar.
La clase media, a la que pertenezco, se ha deteriorado bastante y pareciera que
lo que ahora les interesa a los niños y jóvenes está muchos más años alejado de
aquélla época.
A partir de esa inquietud, busqué el poema y la biografía del creador, la cual
reproduzco ahora porque, en verdad, hemos tenido personajes notables que en la
actualidad no se toman en cuenta para intentar fortalecernos anímicamente y
para darnos nuevos alientgos.
Este
fue JUAN DE DIOS PEZA:
Tomado de: http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2141
Peza,
fue un hombre liberal, el liberalismo estaba en boga en aquella época, su
entusiasmo y apasionamiento por dicho movimiento lo llevo a renunciar a sus
estudios para entregarse de lleno al periodismo.
En
1878 es nombrado secretario de la legación de México en España, al lado de Riva
Palacio. Y de nuevo su destino lo lleva a unirse a otras grandes luminarias de
aquella época pues en Madrid se rodea y sociabiliza con personajes como el
politico Castelar, y escritores como Núñez de Arce, Campoamor y Selgas.
Al
regresar a México empieza a poner su candidatura para lograr puestos públicos y
es electo diputado al Congreso de la Unión. Siguieron otros cargos
públicos en lo sucesivo, pero sin abandonar las letras, como poeta tiene un
estilo único, es realista a la vez que lleno de infinita ternura. Canta al
hogar y a sus hijos. Entre los libros que publicó estan: Hogar y Patria,
La Lira de la Patria, El Arpa del Amor, Recuerdos y Esperanzas,
Flores del Alma y Vinos Festivos. Muere en 1910. Año en el cual
el país estaba a punto de entrar en otra gran conflagración.
Naciendo
en una familia conservadora ( su padre fue ministro durante la intervención ) Juan
de Dios Peza, como discípulo de Ramírez y Altamirano figuró entre los
jóvenes poetas liberales. A la vez Hispanófilo y nacionalista, Se empeñó en
versificar castizamente y en hacer poemas con motivos y escenarios locales.
Diplomático, dio a conocer en Madrid a los poetas de este país ( La lira
mexicana, antología) Y escribió para nosotros sus Recuerdos de España.
Periodista
de prosa suelta y clara que todavía es francamente legible ( De la gaveta
íntima, Benito Juárez), comediógrafo y fundador de la primera sociedad de
autores mexicanos, fue sobre todo poeta muy admirado en los países de
lengua española y traducido inclusive al japonés. Su esposa lo abandonó y esta
tragedia convirtió a Peza en el "cantor del hogar".
En
vida fue castigado por su inmensa popularidad, aunque está el célebre ataque de
Brummel en Poetas mexicanos contemporáneos (1884). Las ediciones modernas de
sus obras que ha hecho Porfirio Martínez Peñaloza nos permiten revisar las
ideas rutinarias.
A
menudo se encuentran en Peza poemas admirables, como "En las ruinas de
Mitla", y siempre una facilidad y abundancia en la versificación que,
si lo ponen a distancia de lo que por ahora consideramos poesía, también lo
hacen digno del respeto que Le Corbussier reclamaba para todo trabajo bien
hecho.
Históricamente
la importancia de Peza es crucial: su empleo del habla cotidiana, su prosaísmo,
Limpió la lengua poética del peso muerto que arrastraba nuestro romanticismo y
preparó, sin saberlo y tal vez sin quererlo, el advenimiento de los
modernistas.
Este
es el poema que aprendí cuando cursaba el 2o. grado de Secundaria:
CUADRO REALISTA
Juan y Margot, dos ángeles hermanos
Que embellecen mi hogar con sus cariños
Se entretienen con juegos tan humanos
Que parecen personas desde niños.
Mientras Juan, de tres años, es soldado
Y monta en una caña endeble y hueca,
Besa Margot con labios de granado
Los labios de cartón de su muñeca.
Lucen los dos sus inocentes galas,
Y alegres sueñan en tan dulces lazos;
El, que cruza sereno entre las balas;
Ella, que arrulla un niño entre sus brazos.
Puesto al hombro el fusil de hoja de lata,
El kepis de papel sobre la frente,
Alienta el niño en su inocencia grata
El orgullo viril de ser valiente.
Quizá piensa, en sus juegos infantiles,
Que en este mundo que su afán recrea,
Son como el suyo todos los fusiles
Con que la torpe humanidad pelea.
Que pesan poco, que sin odios lucen,
Que es igual el más débil el más fuerte,
Y que, si se disparan, no producen
Humo, fragor, consternación y muerte.
¡Oh, misteriosa condición humana!
Siempre lo opuesto buscas en la tierra;
Ya delira Margot por ser anciana,
Y Juan, que vive en paz, ama la guerra.
Mirándoles jugar me aflijo y callo:
¿Cuál será sobre el mundo su fortuna?
Sueña el niño con armas y caballo,
La niña con velar junto a la cuna.
El uno corre de entusiasmo ciego,
La niña arrulla a su muñeca inerme,
Y mientas grita el uno: Fuego! fuego,
La otra murmura triste: Duerme, duerme.
A mi lado ante juegos tan extraños
Concha, la primogénita, me mira:
¡Es toda una persona de ses años
Que charla, que comenta y que suspira!
¿Por qué inclina su lánguida cabeza
Mientras deshoja inquieta algunas flores?
¿Será la que ha heredado mi tristeza?
¿Será la que comprende mis dolores?
Cuando me rindo del dolor al peso,
Cuando la negra duda me avasalla,
Se me cuelga del cuello, me da un beso,
Se le saltan las lágrimas y calla.
Sueltas sus trenzas claras y sedosas,
Y oprimiendo mi mano entre sus manos,
Parece que medita en muchas cosas
Al mirar cómo juegan sus hermanos.
Margot, que canta en madre transformada,
Y arrulla a un hijo que jamás se queja,
Ni tiene que llorar desengañada,
Ni el hijo crece, ni se vuelve vieja.
Y este guerrero audaz de tres abriles
Que ya se finge apuesto caballero,
No logra en sus campañas infantiles
Manchar con sangre y lágrimas su acero.
¡Inocencia! ¡Niñez! ¡Dichosos nombres!
Amo tus goces, busco tus cariños;
Cómo han de ser los sueños de los hombres,
Más dulces que los sueños de los niños!
¡Oh, mis hijos! No quiera la fortuna
Turbar jamás vuestra inocente calma,
No dejéis esa espada ni esa cuna:
¡Cuando son de verdad, matan el alma!