miércoles, 2 de diciembre de 2009

AVISO IMPORTANTE: TENEMOS UN NUEVO COLABORADOR

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   Mientras buscaba una carpeta entre los documentos y libros que hay en la biblioteca familiar, Adriana encontró una carpeta blanca y empolvada en la parte inferior de un librero y pensó que sería la adecuada para uno de sus alumnos al que prometió obsequiarle una para iniciar en el manejo de carpetas.

   Adriana tenía la intención de renovar el depósito de los materiales que estaban contenidos en ella y al abrirla y observar lo que contenía, pensó que el reproducir en su espacio el contenido de ella sería genial.  Lo que la limitaba fue, como es de suponerse, la transcripción del texto, pero pensó que con escanear el contenido será suficiente.

   La próxima entrega será de Carlos Cuevas Paralizábal, periodista mexicano que dedicó su vida a su pasión: escribir.

   Carlos Cuevas Paralizábal nació el 10 de abril de 1933 en la ciudad de Campeche.  Fue profesor de profesión pero gracias su inteligencia, buena redacción, intuición y espíritu investigador, consiguió ser uno de los periodistas y analistas políticos más relevantes en las décadas que van desde los 60s hasta pasado el tercer milenio.

   Su creación bibliográfica se inició con la publicación del libro Maldito Delator, en el que relata la vida y la muerte de un preso en Lecumberri.   A este libro, siguieron otros de corte político:  Los acarreados, El cocinero presidencial, Sonríe, Señor presidente; La primera Dama; Los hijos del presidente; Reflexiones sobre la reforma política; La biografía de Puig Casaurán; y otro que fue publicado semanalmente en una revista y cuyo título no podemos precisar.

   Murió, como la mayoría de los periodistas imparciales y justos: sin apoyo económico por parte de las empresas para las que trabajó, olvidado por los que lo habían rodeado y seguido en el ámbito laboral, pero con la familia cercana a él. 

   Así, pensó Adriana, haría un homenaje para el periodista ilustre que, de manera póstuma, colaborará en su espacio.