sábado, 12 de diciembre de 2009

Enlace con la UNAM. UNA DESAFORTUNADA OPINIÓN DEL DR. NARRO.



   El comentario vertido por el Dr. Narro, rector de la UNAM, es un verdadero disparate porque, a mi entender, descalifica a sus estudiantes y a su personal docente.  Ahora profundizaré esta afirmación:  Los jóvenes que ingresan a las escuelas de nivel medio superior son egresados de escuelas secundarias públicas y privadas, en las que hay alumnos de excelencia, de medianía cultural y académica y alumnos que no se sabe por qué lograron salir del nivel de estudios.  En fin, en TODAS LAS ESCUELAS HAY ESTUDIANTES VALIOSOS.

   Desde mi personal punto de vista, que considero que es contrario a mi visión orgánica, el problema educativo viene desde su origen al dar a los niños y a sus padres la libertad para decidir cómo y qué enseñarles, es decir, su educación se limita solamente a la vida cotidiana, situación que resulta contraria al desarrollo humano y tecnológico.  Por ejemplo, los intelectuales "revolucionarios" como Gabriel García Márquez, en su Carta Abierta a un Náufrago, expresa que sería muy bueno hablar y escribir con todos los modismos y localismos que se utilizan en la comunicación oral entre los pobladores de diversos lugares con baja cultura; así, tenemos que hay profesionistas que escriben "recivir" o "muevles" o "nasimiento".  La carencia de vocabulario y el mal uso de la ortografía no es un problema derivado de la exigencia caprichosa de un sector, situación que se ha combatido y que ahora se refleja en la pésima ortografía que inunda a la población en su conjunto.  El problema radica en que el lenguaje, como casi todo lo que nos rodea, son imposiciones que debemos asumir por nuestro bien, para permitir que el ser humano se desarrolle y crezca cognitivamente.  Esta falta de exigencia, la de la ortografía, se extiende a todos los ámbitos de la vida educativa de los seres humanos y ahora tenemos que lo que es el perfil de egreso real es totalmente opuesto al que está descrito en los textos oficiales.

   Lo anterior se refiere a los alumnos egresados de la educación básica que, recordemos, es flexible y se adapta para respetar los estilos y ritmos de aprendizaje, que acorta contenidos académicos y que pone hincapié en la vida social y la convivencia basada en valores. 

      El Dr. Narro denota en su afirmación que siete temor del resultado de la prueba y descalifica a los alumnos con base en la alimentación y cantidad de satisfactores con los que cuentan, lo que dista mucho de la realidad porque los que llegan a un nivel medio superior son los alumnos que resultaron menos bajos en el examen de ingreso a la educación media superior, son los que han tenido mayores cuidados familiares y los que, gracias a su experiencia social y extraescolar, además de la escolar,  consiguieron ingresar.  Además, no todos los estudiantes de la UNAM son pobres, ni están mal alimentados, ni carecen de ambientes culturales.  Recordemos que desde hace mucho tiempo la clase dominante económicamente hablando, es la que se dedica al comercio (tuvimos una vecina que tenía muchísimo dinero porque era dueña de zapaterías y decía "soy un burro cargado de dinero" "las llaves de mi casa son de oro").  Los hijos de los comerciantes pueden tener mayores satisfactores, escuelas privadas, enciclopedias, etc. pero carecen del ambiente social cultural si no lo buscan por iniciativa propia.

   En cuanto a la vida laboral en la UNAM, la observé cuando estudié una Maestría en la FEZ Zaragoza.  Debo decir que para mí constituyó una experiencia formativa enorme, que me fue grato y muy benéfico mi tránsito por la UNAM, pero también sé que existen, como en todos los lugares, docentes y administradores de calidad excepcional y otros que, como decía mi profesora de tercer grado de primaria, son "chambones", es decir, personas que solamente acuden por un salario y si pueden, se llevan más.  De los profesores que tuve en la Maestría, puedo decir que solamente dos me decepcionaron porque no tenían dominio de su disciplina, pero de los otros, fueron excelentes.  Además, he conocido a algunos docentes de nivel licenciatura que se entregan a su alumnado, que investigan cada vez que van a impartir la clase que han dado durante años porque su espíritu es innovador, pero también sé que hay quienes se basan en transmisión de videos, de exposiciones textuales que encargan a los alumnos sin llevarlos al comentario o emisión de opiniones y, por tanto, carecen de reflexión.
   Por último y con todo respeto al Dr. Narro, creo que si no está seguro de la calidad de la Universidad a la que rige, ¿por qué es su rector?  Me asalta esa duda porque estoy segura de que un cargo de tal envergadura es para portarse con orgullo o promover la mejora de la UNAM.