lunes, 22 de febrero de 2010

EL PAÍS DEL REVÉS.

El México al que aprendía a querer y respetar no es el que está fuera de mí.  En realidad me siento decepcionada: leía acerca del joven que mató a un policía y estará libre, Me pregunto ¿qué es lo que se está transmitiendo a la población con estas decisiones?  Que se puede hacer lo que se desee, que es posible privar de la vida a un policía y no pasa nada, entonces, también se puede privar de la libertad (secuestrar), violar, robar, lastimar, herir, agredir, calumniar, defraudar, hurtar, y toda la serie de actos ilícitos y atroces, ilógicos y cruentos, que no pasa  nada.  Eso lo vemos no  sólo en el caso del individuo que en estado de ebriedad mató dolosamente a un policía que no hacía sino cumplir con su deber,  También lo observamos en Ciudad Juárez, en las calles de todas las ciudades y provincias mexicanas con el robo a transeúntes, con el robo millonario de funcionarios y magistrados.
   Lo más lamentable de todo esto es que los niños, que están en formación, están aprendiendo que la mejor manera de hacer las cosas es hacerlas mal, que la forma de vida que deja más provecho es la ilegal.