jueves, 6 de mayo de 2010

CUESTIÓN DE SENSIBILIDADES


 Ayer por la tarde, mientras platicaba con mi hijo acerca de lo acontecido durante los días que no nos vimos, comenté  acerca de la noticia que me escandalizó, primero y después me pareció singular: una abuela y su nieto esperan un hijo.
   Él abrió mucho los ojos, me impidió continuar con mi relato y me preguntó por qué  siempre hablo de cosas truculentas.  Mi respuesta inmediata fue:”se debe a sensibilidades".
   Ahora, en la soledad y la reflexión, creo necesario hacer una autocrítica severa a mi sensibilidad o falta de ella.  El término sensibilidad remite a la captación de estímulos y la reacción ante ellos, el organismo, biológico y social, está alerta y capta cualquier variable que se presenta para provocar una respuesta.  
   Hay actos deleznables, criminales, tal como lo ocurrido a Paulette, al bebé que perdió la vida por los golpes que le propinó su padre y lo ocurrido a Callejerito; eso es algo que no tiene medida de crueldad y es totalmente reprobable porque se trataba de seres indefensos ante personas que tienen más poder físico.  El caso del incesto comentado con mi hijo es un acto reprobable, pero aceptado por las partes, el nieto es mayor de edad y la abuela, mucho más.
   Me afecta y hiere mi sensibilidad el hecho de que existan personas abusivas, que ostentan superioridad, que pasan por encima del derecho supremo de vivir y de decidir, pero debemos tener en cuenta que las víctimas de los hechos violentos no tenían la capacidad de decisión ni oportunidad de defenderse.
   Es, tal vez, una explicación absurda, pero verdadera para mí.  Recordando los versos de Jaime Torres Bodet:”Un hombre muere en mí cada vez que un hombre muere asesinado por la prisa y el egoísmo de otros hombre", es decir, no muere por acuerdo con otros, como es el caso de ese incesto en particular.
   En fin, pido disculpas a todos los que lean mis escritos y en particular, a mi hijo, porque, evidentemente, mi sensibilidad es muy diferente a las de muchas personas.