sábado, 15 de mayo de 2010

LA IMAGEN DE LAS PROFESORAS... AQUÉLLOS TIEMPOS.


 Recibí un correo en el que se me invitaba a ver su contenido, era el de un concurso de maestras en Yucatán...
   Recuerdo a mis profesoras, mujeres austeras y elegantes, vestidas con recato a pesar de que algunas eran muy bellas y jóvenes, por ejemplo, mi maestra Alma Loyo Marentes, profesora de segundo grado cuando estudié la educación primaria.  
   Creo que tendría unos 30 años, era delgada, alta y con gran personalidad.  Recuerdo, ya que en aquélla época se tomaba muy en cuenta la ortografía, que nos decía   que debíamos ver su boca para saber si una palabra iba con la b labial o la v labiodental.  Para mí, todo en ella era digno de imitarse.
   Otra profesora de la que tengo una imagen de elegancia y presencia impactante era la maestra María Luisa Amaro, recientemente fallecida.  Era delgada, alta, de cabello corto y, de cuando en cuando, iba con lentes oscuros.  Sobria en su vestido, elegante por sí misma, era una persona que inspiraba respeto con su simple presencia.  
   Llegaba temprano, bajaba de su mustang color morado y cuando entraba al salón, su presencia abarcaba todo a pesar de su vestimenta discreta.
   Lo que va de ese tiempo al actual: concursos de belleza de profesora yucatecas que son fotografiadas y subidas a un sitio, mujeres guapas y no tanto que enseñan más de lo que el pudor y la presencia de autoridad y respeto de una profesora requiere.
   ¿Qué es lo que sigue?.