martes, 29 de junio de 2010

EL PRINCIPITO

EXUPERY
Antoine de Saint-Exúpery, piloto y escritor francés, tuvo una vida fascinante y asombrosa.  Su muerte estuvo por mucho tiempo envuelta por un mito: la desaparición de su avión en el Mediterráneo, en 1944.  Esto lo envolvió en un halo en el que la profundidad de su última creación literaria, El Principito, nos hacía pensar en él como en un ser mágico, tal como lo fue el personaje por él creado.
    Debo confesar que solamente he leído una de sus obras y que no había tenido la necesidad de saber más que fue un piloto de la fuerza aérea francesa, que combatió en la 2o. Guerra Mundial y que desapareció en el mar Mediterráneo.
   El viernes pasado, durante la Junta Técnica de la primaria se llevó a cabo un ejercicio destinado al análisis de los niveles de la comprensión lectora: la directora tomó un libro y abrió una página al azar, resultó ser un fragmento de un capítulo del libro El Principito, en el que relata su encuentro con el zorro.  Cabe señalar que es el capítulo que más me fascina.
   La directora leyó con la entonación adecuada, después preguntó a los maestros:  ¿"Cuál es el tema central del texto?" y los profesores dijeron: "Busca amigos".

   Entonces, comenté que ese es el fragmento que sirve para contextualizar el capítulo del libro y que, como fragmento, tienen razón, pero que a lo largo del capítulo se observa que lo central del tema es el valor de la responsabilidad ante los otros y que, como dice el zorro cuando se despide del Principito, "lo esencial es invisible a los ojos".   Me miraron, no expresaron palabra alguna, y de todos, una compañera mencionó haber leído el libro y no haber encontrado nada en él.

 --No es una lectura para niños pues el autor expone una crítica a las personalidades de los hombres--dije.
   
   Por la noche, después de haber terminado las labores de la casa, entré a Internet y busqué la biografía del gran autor y me sorprendí aún más: Saint Exúpery había sido un aviador arrojado, había tenido accidentes y aún así, continuaba con su pasión: los aviones.  El día en que su avión fue derribado, el tenía como cometido fotografiar lugares estratégicos.  Es una lástima.
   Lo peor es que no pudo saber de la relevancia de su última obra, ·El Principito.  Murió sin conocer su éxito, su relevancia, su trascendencia pues, no cabe duda, esta obra ha influido en muchas de las personas que lo hemos leído.
AUDIO