GUSTAVO CERATI UNA CLASE MAGISTRAL

Con el reciente accidente cerebro-vascular que sufrió el cantante de rock en tu idioma, no puedo sino lamentar profundamente la fragilidad del organismo de las personas.  Debo confesar que cuando estaba en su apogeo el rock en tu idioma, no era asidua escucha de ese tipo de música y que, al cabo del tiempo, he ido aficionándome por algunos de sus representantes.

   Pero regresando al tema principal de la debilidad del ser humano, recuerdo que hace pocas semanas presencié una clase excelente en la que la profesora del Proyecto 9-14 explicaba a sus alumnos las razones por las que no deben agitar a los bebés ni permitir que los maltraten en su casa.  


El discurso fue elocuente, cargado de la emoción que experimentaba la profesora al emitir los vocablos y, además, ejemplificado con un huevo dentro de un frasco.  Aprovechó, además, para dar conocimientos de la anatomía del cerebro, de las meninges y de los cuidados que deben adoptar para protegerse.

 Yo quedé sorprendida, asombrada, conmovida y con una profunda admiración hacia la docente que, rodeada por unos alumnos impactados, los hacía participar lanzándoles preguntas.

   Al concluir su exposición, la abordé y le dije:

--Felicidades, creo que eres una maestra ejemplar. 


 Les dices a los niños cosas verdaderamente importantes y tengo la seguridad de que cuando crezcan no maltratarán jamás a sus hijos.

   La maestra, que se llama Lupita, sonrió con satisfacción al tiempo que me expresó:
--Gracias, espero que esto se les quede bien grabado porque ya ves, el huevo se deshizo.

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