lunes, 28 de junio de 2010

LOS RECADOS.

Todos solemos mandar recados a través de otros para hacer del conocimiento de una persona lo que se espera de ella.  Los recados pueden ser verbales: "Por favor, dile que..." o en forma escrita.

   Pues mal, en la escuela en la que trabajo, la profesora del turno matutino, maestra  relativamente joven que tiene un salón lleno de niños de papel y peyón pegados a la pared, escribe recados para las mamás de sus alumnos de 2o. grado.


    Pues mal, la profesora dejó un recado para que los niños lo mostraran a sus familias y decía lo siguiente:
"Mamita: hoy sucedió un problema, encontraron que un compañero tiene piojos y te pido que me rebices la cabeza".


   Hemos observado que la profesora no coloca acentos y que su ortografía es muy deficiente.

   La SEP debería hacer cursos o exámenes exhaustivos de ortografía y comprensión lectora entre todos sus empleados porque, a fin de cuentas, son quienes inician la carrera ascendente o descendente de los futuros hombres.