miércoles, 7 de julio de 2010

HOY / UN PENSAMIENTO CON RESPETO A GUSTAVO CERATI.

Hoy tuve un día intenso, no solamente por lo bueno que me ocurrió, sino por las "paredes" a las que tuve que enfrentar y por el sentimiento de finitud que me inunda el conocer de situaciones que, accidentalmente o provocadas por otras manos, hacen que la vida se conciba como un cristal.
   Ayer escribí acerca del estado de salud o, mejor dicho, de enfermedad en que se halla el cantante del grupo extinto "Soda Stereo"

   Acabo de revisar mi sitio, me parece que el título quedó perfecto, pues los dos temas que en él abordo, Gustavo Cerati y la clase de la profesora Lupita, ambos, son ejemplares.
   Por la mañana, ante mis compañeros de trabajo, reconocí que la mayoría de las personas solemos subestimar el valor de las aquéllos que presentan una deficiencia y que para los discapacitados representa un gran esfuerzo convencer a los demás de nuestro valor.
   Por primera vez, después de veintitrés años de debilidad visual, desnudo mis pensamientos ante otros que son ajenos a mí.
   Creo que este fue un acto de valor, puesto que las personas disfrazamos nuestras debilidades, aunque sean evidentes.
   Por otro lado, fue intenso porque pude apreciar que existe la empatía entre compañeras de trabajo, que fueron capaces de apreciar mis necesidades especiales.
    Yo creo que todos debiéramos intentar ponernos en el lugar del otro, suponer qué es lo que requiere y, creo, Gustavo Cerati necesita, al igual que todos los que padecen algún daño neurológico, paciencia, tranquilidad, optimismo y estimulación.
   Luria dice que el desarrollo es cronogenético, sociogenético y psicogenético; entonces, cuando se recupere, el cantante podrá reaprender o refuncionalizar las funciones perdidas o atrofiadas.

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