miércoles, 7 de julio de 2010

PRODUCTO DEL SISTEMA...

Viviana nació en una familia numerosa y pobre, vivió sus primeros años en una vecindad, compartía la habitación con sus tres hermanas mayores y su hermano menor, pero ella no se daba cuenta de su situación, suponía que la realidad era así: vivir ajustados en espacio y en satis factores.
   Cuando cumplió la edad para ir a la escuela, su madre la llevó a la primaria más cercana; camino hacia ese destino, la mujer, con paso lento, comunicaba a la menor las bondades de la escuela y de la educación:
--Aprenderás a leer y escribir, encontrarás amiguitos que, como tú, estarán listos para conocer todo lo que les enseñen las maestras.
   Y así fue, Viviana encontró amigos, malos compañeros que se burlaban de su lentitud en el razonamiento, maestras que con ternura intentaban que ella aprendiese a escribir, docentes exigentes e intolerantes que gritaban cuando ella no podía comprender, aunque se esforzara.
   Así pasaron los años, Viviana y su familia se mudaron a una colonia mejor, con una casita propia; pero la capacidad de aprendizaje de la muchacha no mejoró.  Sin embargo, pudo terminar la secundaria, y el bachillerato, y una profesión...
   Ingresó a un ámbito laboral relacionado con la educación, precisamente lo que le costó desvelos, preocupaciones e, incluso, insomnios,  
   Pero Viviana se había acostumbrado, llevaba todo en riguroso orden, cada hora de trabajo era planificada, seguía al pié de la letra cada paso de lo que llevaba escrito y, al finalizar la actividad, hacía anotaciones.  Su organización sorprendía a más de una de sus compañeras que, entre ellas, cuchicheaban acerca de ella:
--¿Te fijaste que Viviana utiliza siempre su cronograma?  ¿Qué es lo que anotará después de efectuar lo que está escrito?
   Y muchos, por esa acción, la respetaban.  Otros, siempre dispuestos a apoyar, acudían cuando ella se veía en aprietos cognoscitivos.
   Después de varios años de trabajo, con un nuevo jefe que desconoce el desempeño de sus subalternos, Viviana recibió la siguiente noticia:
--Eres la más débil de la organización laboral, te sacaremos de la misma porque, además, no trabajas como se debe.
   Estas palabras destruyeron momentáneamente, esperaban sus compañeros, a Viviana.  Se sentía desconcertada, frustrada, incrédula e ignoraba la razón por la que habían calificado su desempeño si nunca habían acudido al lugar para observarla y revisar sus documentos.
   ¿Qué deberá hacer Viviana para arreglar esto?  Sus compañeras le dijeron que debía mencionarlo en la siguiente junta, que todas la apoyarían y que no permitirían acciones tan impositivas y crueles.

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