sábado, 24 de julio de 2010

PIRÓMANOS.




Nunca, en todos los años que tengo de vida, he conocido alguno, supongo que se dan casos esporádicos pero en dos días me enteré de dos casos:
1. En el D.F. detuvieron hace algunos años, a dos sujetos que quemaban coches con la única finalidad de ver las llamas.
2.  El caso del adolescente suicida que, tras matar a sus hermanas e iniciar el incendio de su casa, se suicidó con una navaja.

   No puedo explicarme esos desórdenes mentales, ni puedo imaginar qué placer se pueda sentir ante la expectación del fuego.
   De una cosa sí estoy segura, lo mejor que pudo haber hecho ese muchacho fue terminar con su vida porque de lo contrario, viviría un infierno.

AUDIO