sábado, 5 de marzo de 2011

VALENTINA, UNA FÉMINA CON SUERTE.



Había nacido en un barrio popular del norte de la ciudad, pero pronto había ido a vivir un una casa con patio, en la que podía salir a tomar el sol cuando lo apeteciera.
   Ahora recordaba, cerraba los ojos y evocaba casi todos los momentos vividos; las canas inundaban la cabeza antes teñida de negro.
"He vivido bien, lo único que me hizo falta fue convencer a Lupe y Mariana que soy la mejor, que no deberían atender tanto a Greta y Ágata.  Yo soy la mejor y ellas no se dan cuenta" "O tal vez sea para no hacer sentir mal a ellas, pero no piensan en lo que siento yo".
   Valentina cavilaba acerca de estos temas cuando, repentinamente, se acercó Agata para invitarla a salir, era necesario distraerse.  Valentina se sintió molesta por la interrupción, pero accedió y ambas salieron y se tendieron bajo los rayos del sol en el patio de la casa.


 
   Lupe dijo a Mariana, mientras  observaba a Valentina y Agata descansar:
--Quién fuera ellas,  qué vida...  Sobre todo la de Valentina.  Mírala.  
   Y las mujeres observaron con ternura a sus mascotas que, en un día soleado, se tendían a descansar.