Hace ya varios
años, durante el sexenio del tan odiado Carlos Salinas de Gortari, se dio
inicio a la carrera magisterial. En esa época yo aún era estudiante
y, aunque ya estudiaba la licenciatura en educación especial, no tenía la
información necesaria para conocer los mecanismos que funcionaban en ese
estímulo laboral. Ahora sé, porque así me lo han comentado compañeras más
antiguas, que entraron a Carrera Magisterial por voluntad propia, es decir,
cuando se inició hubo una especie de encuesta para saber quién quería
pertenecer y esto obligaba a los docentes a estudiar, tomar cursos y
presentar exámenes. La finalidad es, por así decirlo, noble ya que se
pretende hacer del docente una persona cognoscente, es decir, en constante
aprendizaje y aplicar lo que haya conocido en su práctica diaria con los
alumnos.
La realidad, desgraciadamente y como en cualquier país con
población de pillos, es opuesta a la finalidad. En México, las pruebas se
venden, los docentes compran los exámenes y los estudian, acuden a los
cursos pero no llevan lo aprendido a las aulas donde laboran. Solamente
unos cuándos son los que consiguen las promociones de manera honesta y en
verdad se entregan y sienten compromiso hacia sus alumnos.
Esta semana los docentes de escuela regulara dieron al aula de
apoyo de educación especial para solicitar un oficio que respalde su solicitud
de puntaje extra porque "tienen a X, que presenta discapacidad".
Es lamentable observar la manera en que rechazan a los niños con
problemas de aprendizaje, con trastornos de conducta, con alguna dificultad
motora, con debilidad visual o ceguera, con alteraciones de lenguaje o cuyo
desempeño en la realización de las actividades es lento durante el resto
del ciclo escolar; la semana pasada aún los rechazaban y ahora se refieren a
ellos con tanta consideración que se vuelven seres irreconocibles.
Una de las docentes que solicitó el oficio es la que se quejó con
el director de la primaria por el taxi que lleva a una compañera de trabajo con
debilidad visual puesto que le obstruía la entrada a su camioneta,
pretendiendo que la persona con discapacidad camine y se exponga, es la misma
que hace menos de una semana consiguió que un alumno con problemas de conducta
se fuera de la escuela, es la misma que trabaja en el turno vespertino en
educación especial y es la misma que se ubica en un nivel D de carrera
magisterial y gana el triple de lo que gana un profesor que no tiene carrera
magisterial...
Por más que pienso acerca de estas conductas cínicas que
constituyen una afrenta para mi entendimiento, no logro comprender los
mecanismos mentales que tienen este tipo de sujetos.
Jacobo, hombre joven y culto, había expresado a su madre que
deseaba escribir cuentos infantiles; esa inquietud surgió cuando supo que iba
ser padre.
Tenía poco tiempo de haber disfrutado un texto enternecedor, profundo
y sencillo, un libro titulado EL LIBRO DE TODAS LAS Cosas.
Meses después, la intención se adormeció y no se volvió a hablar acerca
del tema.
Hoy, la madre de Jacobo, intentó crear en su mente un cuento
infantil, y se preguntó: ¿Cómo hacerlo? Qué les puedo contar a los niños
que viven en la violencia, el maltrato, la agresión, la crueldad tangible y
virtual porque, además, les gustan los videos del x-box
Alejandra estaba segura que a sus alumnas les encantaría
la actividad, todo lo tenía dispuesto, el grande y colorido libro de lecturas,
las hojas con ilustraciones acerca de la lectura para resolver, el
periódico, las tijeras, los plumones y los colores... Solamente faltaban
ellas, las dos niñas de 5o. grado que acudirían para recibir el apoyo.
Cuando por fin llegaron, se hizo tangible la posibilidad de una
gran experiencia, pero fue necesario preparar el ambiente, es decir, conocer
qué es lo que las niñas esperaban de la clase del día para poder inducirlas
hacia el trabajo; la maestra dio inicio al intercambio de información y
preguntó:
--¿Qué harán en este largo fin de semana?
Una de ellas, catalogada por sus compañeros como "tímida y
quejumbrosa", respondió:
--Iré a comer con mi mamá y mis hermanos, porque será su cumpleaños.
Alejandra, que procuraba estar siempre al pendiente de la
situación familiar de los alumnos, pensó rápidamente acerca de la familia de la
niña: el padre está pensionado, la mamá trabaja de afanadora, viven en una casa
en la que habitan varias familias emparentadas...
--¿A dónde irán a comer?
--No sé. Mi mamá hizo una fiesta el año pasado, pero ahora no quiere
porque está enojada con mi papá porque me pegó en la cabeza.
De nuevo pensó rápido: un golpe en la cabeza cuando tenía seis
años, fue cuando tuvo la conmoción cerebral y a partir de ahí se presentó su
dificultad escolar. La menor prosiguió:
--Mi hermana le dijo que me había pegado y eso le molesta a mi mamá.
--¿Y por qué te pegó?
--Porque yo le digo las cosas a mi mamá, además también le pega a ella. Le
fracturó el cuello y hace una semana le quitaron el collarín.
--¿Cómo fue eso?--preguntó la maestra, mostrando un interés que encubría horror
e indignación.
--Mi papá se enojó porque mi mamá no estaba en su trabajo, pero es que ella
hace mandados; después, cuando le preguntó mi abuela, mi mamá dijo que ella sí
trabajaba. Entonces, mi papá la aventó y ella se golpeó cuando cayó,
con la cama.
La maestra, angustiada por el futuro de las niñas, les dijo:
--Esas son situaciones que no debieran darse en las familias, pero existen y tu
mamá tiene sus razones para no terminarlas, pero ustedes deben cuidarse y cuando
sean mayores, no permitir que ningún hombre les quiera golpear.
Entonces, la otra alumna, Lourdes, dijo:
--Por eso se fue mi papá a Monterrey. Le pegó a mi mamá y para no volver
a hacerlo, se fue.
Después de esa conversación y de la liberación del silencio de las
niñas, se inició la actividad, pero el objetivo de la clase se modificó
diametralmente.
Por su parte, Alejandra pensó acerca de lo que se debería cambiar
en la vida de las personas para cortar de tajo con las prácticas violentas y
discriminadoras, prepotentes de aquéllos que poseen la fuerza física. El
poder moral y los valores tendrían mayor peso que un golpe... ¿Cómo
conseguirlo?
Una de las modalidades que se imponen a partir de este ciclo
escolar, es el llamado "quinto día" destinado a ampliar los conocimientos
y a la actualización enlosa servicios de educación especial que se ubican
dentro de las escuelas de educación básica ordinaria. Afortunadamente, al
menos para Alejandra, no se ha cumplido cabalmente con esa determinación ya
que, a su entender, solamente acarrea problemas.
El quinto día trae consigo un hecho indiscutible: nos conocemos
más. Eso es contraproducente, pues se permite corroborar la baja calidad
de los compañeros de trabajo, su incultura y su inmediatez. Las dos
últimas fueron fatales para Alejandra, en una discutió acerca de la
"reforma" que más bien es una "re-vuelta" con otras términos
y en la última, una afrenta al observar la docilidad de los compañeros ante la
autoridad que los menosprecia y la ignorancia que destilan al no hablar
adecuadamente.
Al finalizar la última reunión se dijo: "aunque sean
placebos, prometo que para la próxima reunión tomará un té de tila antes de
acudir"
Al iniciar cada año nos invade un sentimiento contrario al del
final del anterior, es un desencanto consuetudinario que se impregna en todas
las personas o, al menor, en gran parte de la población.
Es curioso el transcurso del último mes del año, diciembre y
la consecuente llegada de enero del siguiente año. En diciembre, mes que
además de ser que se concluye un número (2009) para dar lugar al
siguiente, la mayor parte de la población que trabaja recibe un
reconocimiento monetario a su labor, se respira un ambiente de fiesta y
esperanza por el año venidero...
Llega enero del año siguiente y qué es lo que hay
Incrementos en los precios, los mismos ambientes, los mismos políticos egoístas
y corruptos, los mismos empleados malhumorados que atienden de mala gana,
los mismos problemas de conducta y falta de convivencia.
México es un país de contradicciones totales, en el que el
secretario de hacienda se atreve a afirmar que el aumento de la gasolina no
influye en el incremento de los precios, en el que un diputado que gana
muchísimo defiende al pueblo miserable, en el que una madre de familia
conflictiva y pobre en extremo se atreve a permitir que la embaracen.
¿Qué es lo que espero de este año? Solamente que las cosas
no se pongan peor.
Por la mañana llamé a una amiga que vive en Ciudad Juárez con la
finalidad de desearle una feliz Nochebuena y Navidad; platicamos
brevemente y, entre las cosas que dijo, comentó que prefería hacer una comida
porque no quería que sus hijos estuvieran fuera de la casa durante la noche
debido a la terrible y temible inseguridad que se vive en aquél lugar del
país.
Hoy, 25 de diciembre, escuché dos artículos publicados en el mismo
diario, ambos contrastantes en su contenido y creo que los dos con verdades
relativas a la realidad en la que viven los habitantes del pent-house y los de
los pisos bajos. A continuación, la transcripción de aquél que
retrata la situación del México real, real porque a ese nivel es al
que pertenece el grueso de la población mexicana.
Mientras que una parte de la oligarquía y el
establishment militar mexicano aboga y hace campaña para fomentar una unión de
México con la OTAN, un libro que relata la historia entre EEUU y México ha
desencadenado una gran polémica. Esta investigación nos cuenta todos los golpes
bajos que los EEUU le ha dado a México. En 1847, Washington conquistó y se
apoderó de la mitad del territorio de su vecino. En 1947, hizo estragos a la
economía azteca. En ambos casos, observa Gastón Pardo, los EEUU lograron darse
una buena imagen falsificando la realidad.
1847: una
guerra olvidada
John Stockwell, veterano de la CIA e historiador,
es citado por Armas contra las guerras porque relata cómo por un largo periodo,
a principios del siglo XIX, hubo intentos (por parte de los empresarios
ferrocarrileros que deseaban puntos de acceso al Pacífico como los agricultores
sureños que deseaban ampliar sus campos de producción de algodón), de implica r
a la población estadounidense en el ejército para invadir a México.
Los esfuerzos fueron inútiles a pesar de los
múltiples y crecientes incentivos que se ofrecían para enrolar a ciudadanos
como soldados, según ese testimonio documental. La indiferencia del público
duró hasta que el presidente Polk ordenó al general Zachary Taylor, que con
3.500 hombres, atravesase el río Nueces y la frontera hacia el Río Grande.
Las tropas pasaron sobre los campos agrícolas mexicanos y llegaron a un pueblo
para provocar a los mexicanos. Naturalmente, hubo algunos muertos y el
incidente sirvió de excusa para declarar la guerra. Esta fue una de las
primeras operaciones de falsa bandera que sirvió de pretexto a Estados Unidos
para invadir a México.
El altercado entre las tropas fue presentado al
Congreso al revés: "el ejército mejicano había cruzado a frontera de los
Estados Unidos y había vertido sangre americana en suelo americano”. El
Congreso declaró la guerra con el apoyo de la nación engañada. El general
Zachary Taylor sería elegido presidente en 1848.
Muchos estadounidenses se negaron a enrolarse
incluso cuando se declaró la guerra, entre ellos David Thoreau que más tarde se
haría célebre como escritor crítico y fue encarcelado por oponerse a ella. Otro
opositor más a la guerra que exigió que el presidente mencionase exactamente
dónde se había producido el incidente fue un diputado de Illinois, que luego
sería presidente: Abraham Lincoln.
El gobierno quería la guerra y estaba dispuesto a iniciarla
por lo menos desde el 8 de mayo antes del incidente, e incluso estaba decidido
a hacerlo sin el incidente, como lo ha reconocido la White House Historical
Association, de Washington.
La historiadora estadounidense Betsy Powers
reconoció que México no fue la parte provocadora de la guerra, sino Estados
Unidos que quería expandirse para tener más tierras, dominar la costa
norteamericana del Pacífico y que los esclavos negr os cultivasen más algodón
para los empresarios agrícolas sureños, proveedores de la industria textilera
británica. La propia oposición al gobierno federal estadounidense denunció que
las tropas estadounidenses penetraron en México con ánimo de que los mexicanos
les dispararan.
La guerra con México duró de 1846 a 1848. Con un
ejército de apenas 25 mil hombres, en menos de dos años y con sólo 5 mil bajas,
la mayor parte de ellos por enfermedad, Estados Unidos despojó a México del
territorio de tres estados: California, Nuevo México y Arizona-, a los que se
sumó la “república” de Texas-, con un total de más de 2 millones de kilómetros
cuadrados de su territorio. Los generales y políticos que la condujeron eran
James Buchanan, Ulyses Grant, y Zachary Taylor, que más tarde ocuparon la
presidencia de EU.
La estrategia de tensión seguida por los
anglosajones de entonces consistía en el dominio del difícil arte de hinchar
trivialidades. Lejos estaban aún de la gran ma nipulación mediática del ataque
a las torres neoyorkinas el 11S, que ha sido la expresión suprema de la
estrategia de tensión.
La doctrina
Monroe
Carlos Pereyra dice en su libro El mito de Monroe,
editado en 1969, que “No hay doctrina Monroe. Yo conozco tres, que forman el
objeto de mi libro”.
La primera doctrina Monroe es la que escribió el
secretario de Estado John Quincy Adams, que incorporada por Monroe en su
mensaje presidencial del 2 de diciembre de 1823 quedó sepultada en el olvido
completo. Sólo es reconocida ahora como una antigüedad laboriosamente
restaurada por algunos investigadores…
La segunda doctrina de Monroe es la que ha pasado
del texto monroísta a una especie de dogma difuso y de glorificación de Estados
Unidos para tomar cuerpo en el informe rendido al presidente Ulyses Grant por
su secretario de Estado el 14 de julio de 1870; en el informe del secretario de
Estado del 11 de enero de 1887; y en las instrucciones de l a secretaría de
Estado al embajador en Londres del 20 de junio de 1985.
La tercera doctrina de Monroe es la que, tomando
como fundamento las afirmaciones de estos hombres públicos y sus temerarias falsificaciones
del documento original de Monroe, quiere presentar a la política exterior de
EEUU como una derivación ideal del monroísmo primitivo.
Esta tiene como autores a los exponentes del imperialismo, los presidentes Mac
Kinley, Roosevelt, Lodge, Taft y Wilson. Todos ellos fueron los exponentes
iniciales de la misión tutelar imperialista, financiera y bíblica que se arrogó
EEUU.
Las tres doctrinas Monroe o más bien las tres
etapas que toma la consolidación de una sola supuesta doctrina denominada Monroe
consiste en el ejercicio de un derecho a decidir, en nombre de todas las
repúblicas asentadas en el continente americano, en “los dos continentes de la
América”, como dice la “doctrina” que quedarían en los sucesivo (1823) cerrados
a la expansión colonizadora y conqu istadora de Europa. Otro aspecto de la
misma consiste en el ejercicio de un derecho “natural” de Estados Unidos de
hacer sentir su mano en la política de sus vecinos de habla española.
Tomothy E. Anna, autor del libro La caída del
gobierno español en la ciudad de México, editado en 1978 por la secretaría de
la Defensa Nacional en la capital mexicana, explica la falta de madurez de las
clases sociales del país naciente y de sus respectivas élites, que ya estaban
separadas desde los albores del México independiente en conservadores y
liberales, dos nociones que casi dos siglos más tarde significan lo mismo pero
que al principio del siglo XIX se referían a una preferencia por adoptar unos
una fórmula monárquica europea, mientras los liberales optaban por la forma
republicana de estado siguiendo al mod elo estadounidense.
Estas dos tendencias florecían desde antes de la
declaración de independencia en septiembre de 1821 y desde entonces los
sectores dirigentes en el país, desde peninsulares hasta los mestizos, reñían
entre sí buscando la hegemonía.
El profesor Anna explica que la independencia no se debió al predominio de una
de las dos tendencias, sino que como lo demuestra la letra del Plan de Iguala
que unió a peninsulares conservadores con mestizos e indios liberales en torno
al ideal independentista, “realmente fue una gran componenda de tales
proporciones que no le agradó a nadie… sólo si Hidalgo o Morelos hubieran
triunfado (es decir, los curas liberales borbonistas en lugar de los monarquistas
de Agustín de Iturbide NdR), hubiera podido llamarse revolucionaria a la
independencia de México”. Así, pues, incluso la consolidación de las clases
sociales fue una tarea aplazada en el siglo XIX en un país dividido aún hoy en
castas, actuantes bajo la hegemo nía de élites impresentables.
1947: la
guerra sanitaria
Una nueva guerra contra México fue desencadenada
por Estados Unidos cien años después de la de 1847, cien años justos después de
que la cobardía y el entreguismo que han caracterizado a las fuerzas armadas de
México a lo largo de su historia tuvieron la oportunidad para desplegarse,
primero, en la guerra de 1847. Las fuerzas mexicanas fueron vencidas, no por la
metralla sino por el impacto de los cañonazos de miles de dólares que recibían
sus altos cargos de los invasores para que no pelearan. La historiografía sobre
el vergonzoso papel de las fuerzas armadas de México está registrada en los
libros históricos de Armando Ayala, director de la revista Contenido.
En 1947 se repitió la experiencia al ponerse los
cuerpos policíacos y el ejército al servicio de la guerra caliente contra
México. Con ella Estados Unidos, que era el promotor del plan de Desarrollo
denominado Plan Marshal, barrió la capacidad competitiva agropecuaria del país
del sur de su frontera, para lo que era necesario el exterminio de su
ganadería, so pretexto de que la fiebre aftosa había invadido las zonas
ganaderas.
Oportunamente los medios informativos afines al imperio anglosajón propalaron
en ambos países la falsa noticia de que la fiebre aftosa se había propagado en
el territorio mexicano por ganado brasileño importado, que según los medios
informativos, había llegado contaminado por esa fiebre. Esa afirmación nunca
fue demostrada ni desmentida.
1947, año
crucial en el mundo
Con la asistencia no desinteresada del FBI, el
gobierno del presidente Miguel Alemán Valdez (1946-1952) formó la Dirección
Federal de Seguridad, la policía política al servicio de la presidencia y del
régimen. Ese mismo año la Agencia Central de Inteligencia, formada a principios
del año, entro en acción al final del periodo para dar sus primeros pasos en la
Europa de la posguerra como puntal del operativo Stay Behind o Gladio,
destinado a establecer sus redes en los países de Europa occidental para
contener a toda costa la influencia de los partidos comunistas, que habían
protagonizado la resistencia al nacional socialismo y cuyo prestigio era
sentido como una amenaza a los intereses expansionistas anglosajones.
En este marco, la DFS surgió como un instrumento
depurador del ambiente público mexicano, como un eslabón en la cadena del
espionaje y el contra espionaje de la inteligencia interior estadounidense, el
FBI, con lo que la DFS nació como fuente inagotable de información confidencial
para Estados Unidos.
1947. La recuperación de la agricultura de EU en
las granjas para volverlas competitivas para la exportación agrícola y ganadera
era un imperativo de su gobierno. Los soldados estadounidenses que habían
peleado en los frentes de la Segunda Guerra Mundial aspiraban a ser
incorporados a la producción agrícola y ganadera. Esto impon ía a las
autoridades de EEUU la imposición de medidas restrictivas a la importación de
mano de obra mexicana y el desmantelamiento de la agricultura y la ganadería de
México.
El investigador mexicano José Carmen Soto-Correa,
ex diputado federal del Partido Revolucionario Institucional, acaba de llevar
al público mexicano mil ejemplares de su libro El rifle sanitario, la fiebre
aftosa y la rebelión campesina, que es un e studio retrospectivo de esa máxima
injerencia de Estados Unidos en la vida interior de México para llevar a cabo
ciertos objetivos en correspondencia con su política exterior en otras áreas
del planeta.
Actitud de los campesinos mexicanos ante la fiebre
aftosa Los ganaderos, campesinos, pequeños propietarios, ejidatarios y
comuneros indios, se manifestaron contra la aplicación del rifle sanitario
porque la estrategia depredadora en la lucha contra la fiebre aftosa descartó
desde un principio la prevención de la vacuna contra la e pizootia, de la que
llegó a contar entre 1948 y 1949 con 23 millones de dosis. El punto final del
exterminio ganadero se anunció en el sexto y último informe de gobierno de
Miguel Alemán, cuando éste dijo ante los diputados que en vista de que México
está libre de esa enfermedad quedaba clausurada la campaña del rifle sanitario.
Todo comenzó en 1946 cuando la prensa mexicana de
los días 27 y 28 de diciembre difundió que en los estados de Veracruz y Puebla
se había localizado varios brotes de la fiebre aftosa. El día 28 a cuatro
semanas de haber comenzado la administración del presidente Miguel Alemán
Valdez, se anunció que “la importación de ganado en pie, procedente de México
había sido suspendida por decisión del gobierno de Estados Unidos”. Una
decisión tomada a una velocidad de vértigo.
Esa decisión del gobierno de EEUU “obliga, decía la
prensa, a combatir la fiebre aftosa con el operativo del rifle sanitario, que
consistió en el exterminio a balazos de la columna vertical de la economía
mexicana no petrolera. Así fue como México dejó de exportar miles de cabezas de
ganado, lo que ocasionó, con el beneplácito del gobierno de Alemán, el
exterminio de 2 mil cabezas de ganado bovino y porcino por día a lo largo de
1947.
La guerra
olvidada
Las protestas de la gente del campo contra la
aplicación del rifle sanitario obligaron a las autoridades a suspenderla.
Además, los levantamientos armados en Michoacán y Morelos pusieron a trabajar a
marchas forzadas a los funcionarios sanitarios y sus guardaespaldas militares y
policiales. 16 estados del centro de México fueron el escenario del exterminio.
Contra él hubo sublevaciones de campesinos comunistas y de la Unión Nacional
Sinarquista.
Además, el veterinario inglés J.A. Galloway,
principal autoridad científica del momento en fiebre aftosa, del Instituto
Británico de Investigaciones, de Pirbbright y los veterinarios mexicanos
Alfredo Téllez girón y José F igueroa propusieron a la Comisión
México-estadounidense de lucha antiaftosa una vacuna como adopción de “métodos
semejantes a los que últimamente se han empleado en Europa con éxito”. Ante el
prestigio de Galloway, los serviles funcionarios mexicanos hermanados por su
baja estirpe, se pusieron a la cabeza de la lucha contra el rifle sanitario.
Para entonces la resistencia armada en los 16 estados atacados por el rifle
sanitario estaba a punto de desencadenarse.
Consecuencias
En el plano mexicano el operativo fue el preámbulo
de la devaluación del peso al generalizarse la crisis económica. José Carmen
Correa-Soto señala que la crisis fue mayor de lo que había sido previsto debido
a que la crisis económica que produjo el rifle sanitario al obligar a importar
carne a Estados Unidos con un valor de 2 636 millones de pesos, mientras las
exportaciones mexicanas fueron de 1 961 millones de pesos en 1947.
En contraste, Estados Unidos resolvió el problema
de sus excedentes agropecuarios con el Plan Marshal conduciendo a Europa una
parte una gran parte de su producción agropecuaria.
En el escenario mexicano se desató la represión de
los grupos sinarquistas y comunistas, que bajo la dirección del antiguo general
zapatista Rubén Jaramillo, estaban a punto de sublevarse en Morelos y Guerrero.
Jaramillo sería asesinado por el gobierno de Adolfo López (1958-1964).
Gastón
Pardo
Periodista
de la Universidad Nacional de México, Cofundador del diario Libération.
Diplomado en Sorbonne VI. Doctor en Teología de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
Corresponsal de la Red Voltaire en México.