Motivada por el interés de obtener los documentos laborales
adaptados, es decir, transcritos al Sistema Braille, llevé el texto que
contiene la Ley General de Personas con Discapacidad, publicada en el
2005. Su contenido es breve si se compara con otras leyes, unos cuantos
artículos y el que se refiere al ámbito laboral carece de expectativas para las
personas con discapacidad.
En el artículo, se menciona la igualdad en las oportunidades de
trabajo y se expresa la necesidad de capacitar a los sujetos para que ejecuten
el trabajo de manera correcta, pero no se menciona que los discapacitados
pueden ser empleados en oficinas, escuelas, hospitales, etc. y que pueden
desarrollar un trabajo intelectual.
Desmotivada, reconocí que no puedo exigir que los documentos me
sean entregados en Sistema Braille ni que pueda pedir los libros del maestro,
guías articuladoras, PETE, y los demás textos transcritos. Es una pena.
A los pocos meses de haber nacido, Mariano era un bebé
avispado y curioso, parecía interesarse por todo cuanto había y ocurría a su
alrededor.
Cuando cumplió los 4 años, el pequeño niño disfrutaba las lecturas de todos los
papeles que caían en sus manitas regordetas. Era una emoción
indescriptible poder observar a un niño de esa edad leyendo con claridad y
fluidez.
Ahora, Mariano tiene 7 años recién cumplidos, cursa el 1o. grado y
es capaz de leer. Comentar y de inferir antecedentes o consecuentes de los
textos. Es un encanto y un disfrute poder trabajar con él.
El jueves asistió la psicóloga para corroborar las
habilidades del menor; su primera impresión fue de asombro y lo demostró
riendo. Después, observó que el niño presenta dificultades pequeñas como
su edad, para recortar e iluminar... Se sintió más tranquila.
Una vez que el niño se fue, comentó:”Mariano tiene las
características de un niño índigo".
--¿Cómo?--pregunté.
--Sí, un niño índigo. ¿No crees en las vidas anteriores?--respondió.
--NO. Creo que no se puede mezclar la ciencia, porque la psicología lo
es, con el esoterismo.
--Un niño índigo es un niño como Mariano, inteligente pero torpe en lo motor.
No contesté. Después, comenté:
--Pues como decía mi papá:”Para saber que 2-
2+2 son 4 no se necesita ser feliz", así también, para que Mariano sepa
resolver problemas, no necesita iluminar llenando todos los huecos que hay en
el dibujo.
Estoy segura que esta es mi oportunidad de trabajar con un niño
del que podré sentirme orgullosa si se logra que él adquiera el interés por continuar
su formación académica. Ojalá lo consiga.
Como lo he anotado en otros textos, las personas somos raras y difíciles.
El día miércoles, una escuela primaria fue secuestrada por una serie de
personas, algunos dicen que padres de familia y otros, que son
golpeadores. Resultado de la agresión al Plantel y el personal que estaba
dentro, una supervisora quedó golpeada. De eso no se ha escuchado en los
noticieros y no lo localicen los periódicos.
Otra cosa que me parece increíble es que hoy se haya analizado el
resultado de los ensayos de la prueba Enlace. La escuela salió baja en
sus resultados, sobre todo en la asignatura de Historia.
¿Qué es lo que se puede esperar si no existe el conocimiento del
devenir del hombre, de la conformación de la sociedad y la evolución
cívica? Alberto Merani y L.S.Vigotsky dan gran importancia al
conocimiento de la historia, de la conformación de las formas de comunicación e
interacción, de la manera en que el hombre, en grupo, resuelve problemas,
transforma realidades, prevé situaciones que aún no ocurren, etc.
La Historia no es solamente una asignatura más, no es un recuento
ni una memorización de fechas y hechos, sino es la comprensión de contextos históricos,
análisis de circunstancias, acciones emprendidas en conjunto y en
solitario, hechos que nos dan enseñanza y ejemplo de lo que se debe y no
se debe hacer, etc.
Siempre pensamos en función de los demás: debo saludar porque
así lo marcan las reglas de connivencia social aunque me desagraden algunas
personas, debo escuchar aunque no sienta la disposición en algún momento dado,
debo controlar mi molestia originada por la adoración al macho que tienen
algunas mujeres, debo escuchar las gracejadas que diga algún baboso y observar
con vergüenza la manera en que es admirada o secundada por las mujeres que se
inclinan ante el sexo opuesto.
Lo peor: las mujeres atacan y critican a las mujeres.
Yo me pegunto, como mujer femenina y feminista: ACASO NO PODEMOS TENER ¿LA
MISMA O TAL VEZ MAYOR CAPACIDAD MENTAL QUE LOS HOMBRE?
Hoy supe que una compañera, mujer ignorante en extremo, vanidosa y
superficial, está hablando de mí. Las cosas que dice me molestan en
extremo porque, estoy segura, no tiene idea de lo que expresa. Yo no la
puedo imaginar, si estuviera en mi situación, qué es lo que haría. Una
mujer como esa, que solamente piensa en que las demás la envidian por su
belleza, con una debilidad visual. Creo que se moriría. Estoy
muy enojada.
Siempre he pensado que quienes trabajan en educación especial son,
en su mayoría, personas frustradas que compensan su sentimiento de inferioridad
"apoyando" a los discapacitados y sólo unos cuantos lo hacen con
verdadera vocación.
Donovan, un niño inquieto, malhablado, descuidado, rebelde y
retador es un niño maltratado. Sus padres, ambos sin cultura ni estudios,
desconocen la manera en que debe educar sus hijos que, por ignorancia o
descuido o simplemente porque tienen la capacidad de reproducción, suman cinco.
Donovan ha dado muchos dolores de cabeza a familiares y extraños,
ha sufrido accidentes graves por su arrojo e irreflexión: un atropellamiento,
un choque con su bicicleta, una golpiza propinada por una banda del barrio,
etc.
Consecuencia de lo anterior, el rostro del niño se ha transformado
y de ser un niño agraciado, ahora tiene la cara llena de
cicatrices. Son las cicatrices que le ha dado la vida que le han
permitido transitar...
El día de hoy, Donovan y su padre asistieron a la Dirección de la
escuela. Llegaron los dos, serios, solemnes a recibir el
regaño. Donovan hizo una travesura imperdonable: sacó de sus
casillas a su profesora.
Comenzó la tortura, el director con su voz llana, impersonal y su
aspecto alejado de la comunidad. La maestra, como una guacamaya, hablaba
y hablaba, acusando al niño. Pero el niño tiene lo suyo y vaya que
lo tiene.
En un momento dado, el padre se fue llenando de ira, de coraje y
de impotencia. No sabía cómo actuar, ante el director, ante la maestra y
ante el niño. Sintió que un calor loe subía de los pies a la cabeza, que
la sangre golpeaba su cabeza como las palabras del director y la maestra le
taladraban los oídos. Apretó los puños con rabia, miró a su hijo y le
propinó unas bofetadas.
El director y la maestra, sorprendidos, gritaron y dijeron al
padre de Donovan que no le pegara. Entonces el hombre volvió en sí,
recapacitó y se contuvo. Lanzó una mirada al niño y dijo:”Ya lo
arreglaremos en la casa"...
Mañana Dónovan no irá a la escuela, estará adolorido por los
golpes que recibirá en su hogar, ante la mirada aterrada de sus cuatro
hermanos. Pero cuando regrese a la escuela, cuando ya estén superados los
dolores de los golpes, su corazón, su ánimo y su disposición estarán vacíos y,
en cambio, su rencor se habrá reforzado.
¿Cómo hacer para cambiar la costumbre de intentar controlar a los
hijos a través de los golpes? ¿Hacer tomar conciencia a personas con poca
cultura para regularse y controlar sus impulsos? ¿Cómo evitar que se
reproduzcan las historias de fracaso personal?
En los últimos días ha vuelto a salir a la luz un nuevo caso grave de
pederastia y abuso sexual de menores por parte de miembros de la Iglesia
católica; esta vez entre los miembros del coro de Ratisbona, en Alemania, país
donde, desde el pasado enero, se está produciendo una ola de denuncias sobre
acoso sexual sufrido por estudiantes, escolares y seminaristas en centros
católicos durante muchas décadas.
El caso alemán se suma a otros muchos casos, como el irlandés, en el que
el llamado Informe Ryan desveló que miles de niños fueron víctimas de
abusos sexuales y de maltrato físico y psíquico en instituciones estatales
regentadas por religiosos católicos; o el caso holandés, en el que Radio
Nederland y el periódico NRC se hicieron eco de los abusos sexuales
sistemáticos en un internado católico.
Informe de la BBC
Los incontables casos que se vienen produciendo en los últimos años de
denuncias sobre pederastia en el seno de la comunidad católica evidencian una
tendencia sistemática a este tipo de vejaciones sexuales en el seno de las
organizaciones religiosas. Un informe realizado por la BBC en 2004 confirmaba
que al menos el 4% del clero católico estaba implicado en casos de prácticas
sexuales con menores, aunque sólo entre el 5 y el 10% de las víctimas
denunciaban los hechos.
El caso español
En España, un estudio realizado por la Universidad de Salamanca en 1995, y
publicado por el Ministerio de Asuntos Sociales, determinaba que, de entre
todos los niños que habían sido víctimas de pederastia a nivel nacional,
alrededor del 10% aseguraba que el abusador había sido un sacerdote católico.
En 2002 el periodista, psicólogo e investigador Pepe Rodríguez analizaba este tema
en su libro “Pederastia en la Iglesia católica (Delitos sexuales del clero
contra menores, un drama silenciado y encubierto por los obispos)”, libro en el
que expone, además de numerosos casos concretos, un estudio exhaustivo de las
circunstancias psicológicas, endogámicas, sociales y jurídicas que rodean estos
hechos.
Las religiones son caldo de cultivo
No es necesario tener conocimientos profundos de la psicología humana para
entender que la idea de pecado, los sentimientos de culpa y la represión sexual
a la que se somete a los adeptos y especialmente a los miembros activos de
cualquier comunidad religiosa, es el caldo de cultivo idóneo que fomenta
posibles desviaciones psicológicas y conductuales que pueden derivar en actos
de verdadera y despreciable depravación.
Encubrimiento de delitos
Aunque, como dice Pepe Rodríguez en su libro, el problema fundamental no reside
tanto en que haya sacerdotes que abusen sexualmente de menores, sino en que el
Código de Derecho Canónico y las altas instancias eclesiales obligan a encubrir
estos delitos y a proteger al clero delincuente. De hecho, el autor consiguió
documentos originales de varios casos concretos que describen la situación,
como el del arzobispo de Barcelona, monseñor Carles Gordó, a quien se acusó de encubrir
a sacerdotes que abusaron sexualmente de no menos de sesenta menores y
adolescentes.
Falsa moral
Al parecer, la moralidad católica mide con distintos raseros, dependiendo de
quién y por qué las cometen, las depravaciones más vergonzosas y repugnantes de
que es capaz el ser humano. Los que hablan continuamente de “pecado” para
calificar actitudes y posturas de apoyo al progreso de las sociedades y al
respeto a los derechos humanos, parecen no tener escrúpulo alguno a la hora de
“perdonar” acciones monstruosas cuando se llevan a cabo por sus propios
miembros.
La moral verdadera es arreligiosa
La verdadera moral humana es laica, es decir, es arreligiosa. La verdadera
moral está en la decencia de aquellos que respetan las ideas, los derechos y
las sanas libertades de los otros. Y la más indecente inmoralidad es la que
ataca hasta el desvarío la libertad ajena y justifica las perversiones propias;
ésa que, tras el sponsor engañoso de la virtud, legitima el fanatismo, el odio
y la depravación.
¿Valores morales del PP?
Que tomen buen nota ésos del PP que se llenan la boca con la expresión “valores
morales” para conseguir votos; aunque la palabra “moralidad” pronunciada por
ciertos sectores carece realmente de contenido, porque, parafraseando a La
Bruyère, “hay una falsa grandeza que es pequeñez, hay una falsa virtud que es
hipocresía, y hay una falsa santidad que es vileza”. Está a la vista de todos.
Coral Bravo
Tomado de http://ateosyrepublicanosmentiras.blogspot.com/
Así es la realidad
en México. Nuestro país ha experimentado levantamientos armados en busca
de su libertad, se hondado enfrentamientos entre bandos que persiguen causas
ideológicas distintas. Ahora, en este momento, la lucha que tenemos es un
absurdo y una aberración. Los narcotraficantes están apoderándose
de la tranquilidad de los habitantes que no comercian con tóxicos y que no los
consumen. Las personas comunes y corrientes, las que trabajan, son
responsables, viven en paz y sin hacer daño a otros de manera insana y cruel, están
en un estado de alerta constante. Salimos a la calle en la noche y nos enfrentamos
no solamente a la oscuridad, sino a los peligros exacerbados: hay ladrones en
las calles, también personas intoxicadas que piden o exigen una
"cooperación". ¿Y el presidente? ¿Y los
"representantes populares"? ¿Y aquéllos a quienes elegimos para que nos
dieran seguridad? Brillan por su ausencia. El estado en que viven los
habitantes del país es de indefensión, estamos como huérfanos de tranquilidad y
seguridad. Nunca, en mis cuarenta y cuatro
años de vida, había habido este estado de crisis nacional, crisis de dinero, de
cultura, de educación, de valores y humana. Nunca me había sentido tan
triste por mi país. Si queremos ver de manera positiva lo
que ocurre, podemos pensar que México no puede estar peor y que de ahí solamente
pueden ocurrir cosas que lo eleven. Pero con los sujetos que están a
cargo de la conducción de la nación, es poco probable. Escucho sus discursos, son palabras
huecas; los veo sonreír y decir alguna gracejada con tal de ganarse la buena
voluntad de las personas, pero es inútil. Los veo hacer el ridículo cando
son sorprendidos cometiendo alguna acción indebida y me apeno. Este es el año del bicentenario pero también
es el año de la vergüenza.